Es un pan típico mexicano que se come el Día de los muertos, así como el de Todos los Santos y de Difuntos.
Es uno un brioche, muy suave de miga y aromático por la naranja y el azahar.
INGREDIENTES
285 g de harina
7 g de levadura seca
30 g de azúcar
20 g de miel
3 g de sal
1 huevo pequeño (30 g)
45 g de mantequilla sin sal
100 g de leche
Ralladura de naranja
1 cucharada de agua de azahar
Para rebozar
1 cucharada de mantequilla sin sal
2 cucharadas de azúcar
PREPARACIÓN
Hacemos la esponja: en un bol ponemos la levadura, parte de la leche que tiene que estar tibia, 1 cucharada de azúcar, 1 cucharada de harina y mezclar bien. Dejar reposar 15 minutos.
En el bol de la amasadora ponemos el resto de la harina, la sal, el resto del azúcar, el resto de la leche, el huevo batido, la miel, la ralladura de naranja, el agua de azahar y amasar hasta integrar bien todos los ingredientes. Añadir la mantequilla a punto pomada y seguir amasando hasta que la masa esté lisa.
Pasamos a un bol engrasado, tapamos y dejamos reposar en una zona libre de corrientes o en la nevera hasta el día siguiente que deberemos dejar a temperatura ambiente hasta que leve.
Desgasificamos un poco, apartamos un poco de masa y con el resto hacemos una bola boleándola bien, la colocamos sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Con el resto de la masa formamos unas bolitas o nudos simbolizando los huesos, se colocan en cruz y ponemos una bolita en el centro.
Dejamos levar unos 20-30 minutos.
Precalentamos el horno a 180ºC
Hornear unos 20-25 minutos.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Derretimos la mantequilla, con una brocha de cocina pincelamos bien y esparcimos azúcar por encima.
Mi libro Gofio para todos