Si les gusta el pan casero y la pizza les parece uno de los mejores inventos de la humanidad, este plato los dejará encantados de la vida porque pueden darle una vuelta de rosca a la pizza de siempre, sea que la preparen ustedes mismos o que compren los bollos en la fábrica de pastas o panadería de confianza. Es que cuando se conjugan los mejores sabores de dos platos tan sencillos, pero, al mismo tiempo, de los más gustosos que podemos preparar nada puede salir mal, ¿verdad? Aquí, pueden lucirse con su receta personal de masa para pizza y sumarle muchos sabores o, como ya les dije, pueden darse el gusto sin complicarse mucho, utilizando el bollo de pizza que compran y con el que se lucen en casa los sábado a la noche. Además, por eso mismo, esta receta también es válida para quienes todavía no se animan a preparar panes caseros ;)
Entretanto, hoy le damos un nuevo uso al riquísimo y súper sencillo Pesto de espinacas que aquí les enseñé a preparar. ¿Se acuerdan que les dije que era una receta muy versátil y sabrosa? Pues bien, con este plato les propongo otra opción para seguir incluyéndolo en nuestro menú.
Les dejo la lista de ingredientes, así nos ponemos a cocinar y a disfrutar de los aromas y sabores de estos exquisitos panes.
Como ya les dije antes, el bollo de pizza que necesitamos para preparar estos sabrosos panes puede ser el que realizan ustedes mismos o el que compran para preparar las pizzas en casa. En mi caso, se trata de una masa con buena proporción de harina integral y levadura fresca (prometo que pronto les enseñaré la receta que preparamos en casa y que utilizo para realizar este pan); sin embargo, cada uno puede preparar su masa o comprar la de su preferencia, que siempre le resulta exitosa.
¿Nos ponemos a trabajar? Hagamos de cuenta que vamos a preparar pizza en casa. Para ello, realizamos el bollo como de costumbre y, una vez que haya levado (o descansado a temperatura ambiente, en caso que lo compremos hecho), lo desgasificamos con las yemas de los dedos y con un palote/rodillo lo estiramos (dejándolo de algunos milímetros solamente, dándole forma rectangular). Luego, lo cortamos en 2 mitades que reservamos mientras preparamos el pesto.
Entonces, ayudándonos con una espátula, esparcimos (de manera equitativa, por encima y llegando hasta los bordes) el pesto de espinacas. Distribuimos unos 10 tomates secos (rehidratados en agua caliente) picados y unos 10 hongos shiitake deshidratados (y rehidratados en té Earl Grey caliente) picados. Por último, disponemos trocitos de mozzarella, espolvoreamos queso rallado (yo utilicé Provolone) y condimentamos a gusto con orégano y nuez moscada recién molida.
Llegó el momento de que los panes vayan tomando forma. Para ello, enrollamos la masa, apretando con cuidado para lograr que no se rompa al mismo tiempo que procurando evitar que se nos escape el relleno. Repetimos la operación con la otra mitad de masa. Entonces, disponemos los panes en budinera humedecida con rocío vegetal (o pincelada con aceite), los hundimos ligeramente con los nudillos para asegurarnos que no quede aire (y ayude a crecer) y dejamos descansar por unos 20 minutos, cubiertos con papel film o un paño de cocina en un lugar cálido y lejos de corrientes de aire, hasta que dupliquen su tamaño (o, al menos, aumenten su volumen).
Pasado este tiempo, los cocinamos en horno precalentado a 180-190°C hasta que se doren y hagan piso. Servimos calientes o tibios y disfrutamos, acompañados de una sabrosa cerveza artesanal o la bebida de nuestra preferencia ;)
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Con esta receta obtenemos 2 panes rellenos de buen tamaño, realizados en budineras de 32 centímetros de largo.
Otra opción para preparar estos panes es transformándolos en rollos. Para ello, deberán realizar la receta según indicaciones; pero, luego de arrollar ambas masas, cortarán cada pan en porciones/rollos de 2 dedos de ancho, disponiéndolas sobre placa para horno humedecida con rocío vegetal o aceite. Allí, deberán dejarlos que leven, tapados con paño de cocina o papel film hasta que dupliquen su tamaño. Entonces, los cocinarán (según indicaciones) hasta que se doren de ambos lados.
Si lo desean, pueden reemplazar el pesto de espinacas por Paté de tomates secos (aquí pueden ver la receta) o por el pesto de su preferencia. De igual modo, los hongos secos pueden sustituirse por hongos frescos salteados, bien escurridos y cortados en láminas o por otras variedades de hongos secos rehidratados en agua caliente, vino o caldo.
Además, pueden incorporar en la receta algunas aceitunas (o cubrir con paté de aceitunas y hongos Portobello; aquí encontrarán la receta), berenjenas asadas, zucchinis/calabacines grillados y el queso de su preferencia (Cheddar, Gruyere, Fontina, Pecorino, Manchego, Provolone, Gorgonzola, Roquefort...).
Asimismo, pueden rellenar estos panes con cebollas moradas rehogadas o caramelizadas, combinándolas con ricota/requesón, mozzarella, queso azul y queso rallado.
En casa, esta receta gusta muchísimo (tanto como la pizza misma) y no quedan ni las migas cada vez que la preparo. Espero que a ustedes también los conquiste con sus sabores y aromas. Además, es ideal para convidar cuando nos reunimos con amigos, sea como entrada/entrante antes de un plato más elaborado o como un integrante de lujo de una mesa de picada/tapeo.
¿Qué les parece mi propuesta? ¿Se animan a prepararla en casa? ¿Qué otras combinaciones de sabores creen que gustarán en su mesa?
¡Hasta la próxima! Les deseo una excelente semana. Disfruten mucho junto a sus seres queridos y experimenten en la cocina ;)
Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas
Digiscrap: ©Mel Designs/Tracy Martin Scrapbook Designs/Anita Designs/Bouquet Garni Recetas