Este Pan de Viena en textura es muy similar al brioche, pero es menos dulce.
Ingredientes:
- 650 gramos de harina de fuerza blanca,
- 250 gramos de leche,
- Un cubito de 26 gramos de levadura fresca,
- 60 gramos de mantequilla,
- 40 gramos de azúcar,
- 10 gramos de sal
- 3 huevos de corral.
Elaboración.
La leche debe estar tibia y la mantequilla a temperatura ambiente si vas a hacer la masa a mano. Disuelve la levadura en la harina frotando con la yema de los dedos, después añade la mantequilla y frótala también para que se fusione con la harina.
Después añade el azúcar, la sal, dos de los huevos y la leche y trabaja la masa hasta que esté elástica, suave y muy poco pegajosa. Recuerda que debemos trabajar una masa pegajosa que, estirándola, golpeándola y doblándola para atrapar el aire en su interior hasta lograr unirla sin necesidad de añadir harina, lo que garantizará un pan más ligero y esponjoso.
Haz una bola con la masa y déjala reposar unos 45 minutos en un cuenco cubierto con un paño al abrigo de las corrientes de aire.
Si teneis panificadora poneis los ingredientes líquidos, luego los sólidos y poneis el programa que amasa y leva.
Una vez que dispongas de la masa tras haber reposado durante una hora, viértela sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada, divídela en tantas porciones como panecillos quieras hacer.
Esta masa crece mucho así que cuando le des forma a los panecillos, hazlos a la mitad de tamaño del que quieres obtener, a lo ancho y a lo largo.
Dispón los panecillos en la bandeja del horno cubierta con papel de horno, deja espacio entre ellos para que al crecer no se toquen. Cubre con un paño y deja levar una hora. Pasado este tiempo, pulveriza los panecillos con agua y hazle unos cortes con una cuchilla afilada.
Hornea el pan de Viena a 180º C (horno precalentado a 200º C) durante 10-12 minutos, hasta que esté dorado, en ese momento retira la bandeja del horno y deja enfriar sobre una rejilla.
A mi me encanta para desayunar de esta manera:
Buen provecho!!