¡Hola! ¿Cómo han estado? ¿Cómo los ha venido tratando la vida estos días? De corazón, espero que muy bien 😊 Al fin he podido encontrar el tiempo (en cómodas cuotas, pero tiempo finalmente) para sentarme a trabajar y traerles una nueva receta... No sé qué piensan ustedes; pero, para mí un pan relleno siempre es una invitación a la curiosidad y al sabor, si sabemos aprovechar las posibilidades que nos ofrece. Un gustoso pan que cobija en su interior buena cantidad de ingredientes de calidad (de esos que, además, sabemos infalibles) puede elevarnos a la categoría de reyes de la cocina sin la necesidad de votaciones ni encuestas 😉👸😊Sirve como tentempié mientras se termina de preparar el plato principal un día domingo - que, por estos lares del mundo, muy probablemente, se trate de asado - con reunión familiar incluida (Verán: soy vegetariana y en mi casa no comemos asado; pero, claro, soy argentina, no extraterrestre...) o un integrante más para incorporar a la picada/picoteo entre amigos. Bien preparado (que, dicho sea de paso, no tiene mucha ciencia) puede convertirse en un bocado muy apetitoso y original, sustituyendo sándwiches y bruschettas o crostini de un plumazo 😋😎
Las cantidades de esta receta se verán modificadas, como bien pueden intuir, según el tamaño de la hogaza de pan que elijamos y el número de invitados a nuestra mesa 😉
Como primer paso obligatorio, que nos permitirá llevar a buen puerto nuestra receta, debemos practicarle un corte en la parte superior a la pieza de pan que elegimos para la ocasión; algo parecido a lo que hacemos con los tomates cuando los vamos a preparar rellenos. Yo opté por utilizar un pan integral, preparado con cerveza negra, al que los sabores que escogí le sientan divinamente; ustedes harán lo propio con los panes caseros o artesanales que preparen o compren para la ocasión.
A partir del corte cuidadoso de la tapa de la hogaza de pan, comenzamos con la delicada y bien cuidada tarea de sacar la mayor cantidad de miga posible, evitando que la pieza se desmorone, se le abran grietas o termine siendo incapaz de albergar el relleno que hemos elegido utilizar (y que es abundante, por cierto). Además, haremos lo propio con la tapa de la hogaza para lograr, así, muy poca miga y mucho espacio para el relleno que es, ni más ni menos, uno de los protagonistas de este plato.
Sobre el piso del hueco que hemos logrado en la pieza de pan, disponemos una abundante capa de queso azul desgranado (de buena calidad y bien gustoso, preferentemente). Reservamos.
Entretanto, salteamos cebolla, cortada en juliana o en pluma, junto con pimientos rojos, amarillos y verdes, en juliana. Condimentamos con sal, pimienta, orégano, nuez moscada, cebolla de verdeo deshidratada y ciboulette/cebollino picada (ambas pueden ser frescas o deshidratadas de buena calidad). Reservamos hasta que entibie y, entonces, colocamos una capa generosa de este salteado sobre la base del queso azul que ya habíamos ubicado allí. Hacemos un poco de presión para que no queden huecos de aire.
Llegó el momento de los hongos. Para ello, cortamos en láminas hongos Portobello y los salteamos, condimentándolos a gusto y con una pizca de hongos secos en polvo para acentuar, un poquito más, los sabores. Ya tibios, distribuimos una porción generosa para continuar rellenando nuestro pan. Repetimos el ejercicio de apretar con delicadeza para armar capas bien sostenidas de relleno, haciendo lugar para los demás ingredientes. Reservamos.
Entonces, salteamos brócoli y espinacas, repitiendo la técnica de los procesos anteriores. Una vez fuera del fuego y con los vegetales a temperatura ambiente, le añadimos una cucharada de queso crema tipo americano (yo utilicé uno bajo en calorías y con base descremada). Mezclamos hasta obtener una pasta ligera.
Sobre los hongos disponemos una capa fina de queso azul, otra de mozzarella rallada y, por encima de ambas, la pasta que formamos con las espinacas, los brócolis y el queso crema. Hacemos algo de presión, con una cuchara o tenedor, para que el relleno llegue a ocupar hasta el último rincón de nuestra hogaza de pan.
Un poco más de mozzarella rallada servirá para esconder todo el relleno y, completando la tarea, ubicamos la tapa de pan, dejándolo como si "aquí no hubiera pasado nada" 😃😉
Entonces, ubicamos nuestro pan relleno sobre placa para horno, humedecida con rocío vegetal (puede estar enmantecada o humedecida con aceite), y llevamos a horno caliente hasta que se dore ligeramente por fuera, garantizándonos que los quesos del interior de la pieza se derretirán oportunamente, complementándose de maravillas todos los sabores.
Llevamos a la mesa y desvelamos el misterio, cortando porciones que sirven a modo de sándwich gratinado, repletas de sabores suaves y delicados, con algunas notas más intensas (aportadas por el queso azul que, dicho sea de paso, debemos utilizar con mesura para que no arrase con todos los otros gustos) que seducirán a todo mundo porque ¿hay algo más tentador que un buen queso derretido? 😍😋😉
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Pueden emplear la hogaza de pan que más les apetezca. Como ya les dije, utilicé un pan integral preparado con cerveza negra que sabe a gloria, acompañando muy bien a los demás ingredientes de esta propuesta.
El queso azul puede ser reemplazado por otros quesos con personalidad suficiente como para contribuir a los sabores, sin aniquilarlos con su presencia demasiado fuerte. Asimismo, los ingredientes del relleno también pueden sustituirse por los de su preferencia. Sin embargo, creo que cebollas ligeramente caramelizadas, espinacas y brócoli (que resultan tan gustosos cuando llegan en tándem), y hongos, más un queso suave como la mozzarella y uno con toques bien distintivos como el queso azul son un festín absoluto para el paladar. No obstante, pueden utilizar queso Cheddar (estilo inglés), Gouda (saborizado con pimienta u orégano, por ejemplo), Fontina, Brie o Camembert, Manchego, Pecorino... En fin, los quesos que más les gusten, tengan en casa o sienta que combinan con la fórmula de vegetales que elijan para esta receta.
A los fines de explicar el paso a paso de la receta, he ido mostrando cada uno de ellos por separado: preparación, relleno, siguiente preparación, relleno... Y así hasta terminar. Sin embargo, les resultará mucho más práctico realizar todos los rellenos de una vez (por separado, claro está) para dejarlos reposar y que entibien o enfríen, utilizándolos luego de manera directa al ir armando las distintas capas de este pan relleno.
En la preparación, hice mucho hincapié en asegurarnos que el relleno quede bien distribuido y apretadito por todo el interior de nuestro pan para que, ni más ni menos, a la hora de cortar las porciones sea él quien se luzca por todo lo alto. En rigor, este sencillo plato está logrado cuando tenemos poca corteza de pan (sólo la suficiente como para albergar nuestro relleno, sosteniéndolo y escondiéndolo para que, al cortar, logre sorprender) y abundante contenido.
En este mismo sentido, es fundamental ocuparnos de quitar la mayor cantidad de miga posible para dejar lugar al verdadero protagonista del plato, logrando que el pan sea sólo un sabroso continente, con muy poca miga. Eso sí, iremos quitándola con cuidado para no romper la hogaza ni debilitarla, de modo que logre soportar el peso de su contenido.
La combinación de espinacas y brócoli puede reemplazarse muy bien por espinacas y alcauciles/alcachofas. De igual modo, los hongos Portobello se pueden sustituir por hongos secos remojados en té Earl Grey o por tomates secos rehidratados en un sabroso caldo de vegetales.
Quienes sufren de intolerancia a la lactosa pueden sustituir los quesos por opciones o variedades que no la contengan, pudiendo disfrutar de esta receta. De igual modo, podemos convertir la propuesta de hoy en una opción vegana si reemplazamos los quesos de la preparación por versiones obtenidas de frutos secos y papas, entre otros. Entretanto, si sustituimos el pan por uno libre de gluten, la receta también es válida para dietas libres de gluten, por intolerancia o celiaquía.
En definitiva, todo se resume en una opción de sándwich gratinado que nace de un pan relleno, ni más ni menos. Puedo garantizarles que la sorpresa al cortarlo siempre es agradable y que al probarlo notamos que lo que más cuenta en el bocado es la combinación deliciosa de su relleno. Con esto no estoy diciendo que sea una propuesta light o algo así, porque el pan es pan y los quesos son quesos (y no vengo a descubrir la pólvora en ello...) sino que es otra manera de presentar un sándwich gratinado que, al mismo tiempo, es un atractivo pan relleno. Les aseguro que en casa gusta muchísimo y que siempre es bienvenido en nuestra mesa, en cualquiera de las versiones que preparo 😋😉
Antes de despedirme, quiero contarles que mi rodilla está muy bien. No es la edad mi problema (en algunos años más, puede ser que hablemos de este asunto; pero, por ahora no) sino que la lesión que sufrí es en la rodilla, una de las articulaciones más importantes y más trabajadoras de nuestro cuerpo. Es casi imposible ponerla a descansar verdaderamente, excepto que nos manden hacer reposo absoluto (lo que ocurre en contadas ocasiones); mientras tanto, ella sigue apoyándonos, llevándonos y trayéndonos para aquí y para allá, para arriba y para abajo... En una de esas tantas idas y venidas, se resintió en otra parte (no en donde tuve el esguince de ligamentos) y me pasó factura. Lo bueno es que ya está mejor; lo malo es que estas situaciones pueden volver a repetirse no porque esté mal curada o por mi edad sino porque estoy todo el día de aquí para allá, apoyándome en ella (y eso que cuento con varios puntos a favor, entre ellos, que practico yoga y soy delgada sino la cosa sería muy distinta...). Bueno, nada más. Sólo quería contarles a todos los que me han deseado mejorarme o me han preguntado por mi salud que aquí estoy, dando lucha como siempre y tirando para adelante como mantra de vida 💪🙏
Espero que les haya gustado mi receta de hoy, que la preparen, la prueben y me cuenten qué les ha parecido 😊😉
Nos reencontramos la semana que viene. Hasta entonces, les deseo que estén muy bien, disfruten junto a sus seres queridos (que la vida es corta y merece ser gozada) y experimenten en la cocina que siempre algo bueno sale de allí 😘😘😘
Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas - Silvina L. Fernández Di LisioDigiscrap: ©Designs by Connie Prince/Blagovesta Gosheva Digital Scrapbooking Design/Allison Pennington/Bouquet Garni Recetas