El Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona se enfrentan cuatro veces en veinte días. En la competición doméstica, en la final de la Copa del Rey, ambos encuentros saldados con empate, el primero y 0-1 a favor del Real Madrid el segundo. También en la semifinal de la liga de campeones, con un 0-2 lleno de polémica a favor del Fútbol Club Barcelona y todavía queda la última coda, el último partido del siglo, del milenio, de la vida. Los periódicos, las conversaciones, el interés del público, hombres y mujeres, se centra en estos partidos como una metáfora eterna y grandísima de las dos Españas, las dos formas de entender el mundo, las dos formas de vivir.Durante una semana, o algo más, y relevándose con la ira y los modos del fútbol bajo y rastrero, que es el que se está jugando entre el Real Madrid y Fútbol Club Barcelona, se dan las noticias interesantes e interminables de la boda del heredero del heredero de la corona británica, William, el hijo de Lady Di, y una señorita llamada Kate Middleton.Los medios describen todo el lujo, el boato, el protocolo, y tanto más siendo ingleses, y las circunstancias, casualidades y serendipias que rodean a estos fastos increíbles. Una semana siguiendo, mujeres y hombres, la celebración y, hasta cierto punto, envidiando no estar en estos cenáculos de glamour y poder, pero, también de pobrezas y soledades perennes como ya sabemos.Estos dos asuntos han llenado páginas de periódico, minutos de radio y televisión, infinitos comentarios y pensamiento, anhelos, esperanzas, desilusiones, iras y frustraciones. Una vida distante que nos hace olvidar o, mejor, esconder, nuestra vida del día a día.Las televisiones, los medios y los poderes nos arrojan la carnazas de estas informaciones, estos comentarios y opiniones para tener nuestras mentes ocupadas: Panem et circenses y no ver la realidad. La verdadera situación el real y terrible escenario que nos rodea por mucho que lo neguemos.Crisis, paro, partidos políticos teatrales y picados de la viruela de la corrupción, clase empresarial que demostró estar formada por una caterva de especuladores, sindicatos complacientes y a las órdenes del gobierno. Esa es la realidad de esta España siempre de dos caras siempre de mil golpes y traiciones.Y las consecuencias: Casi cinco millones de desempleados, y casi un millón cuatrocientas mil familias con todos sus miembros en paro, 21,29% de las personas que podrían trabajar. Las historias las pobrezas, las miserias y privaciones de todo eso están tapados por el oropel, falso y caducifolio, de la boda de William y Kate, y los dimes y diretes de Jose Mourinho y Pep Guardiola. Escondites de la realidad en la que caemos, muriendo, mustiandose la real y verdadera queja que debía tenernos las bocas ardiendo. Sin embargo no pasa nada, somos un país de cotilleo futbolístico y social, de Telecinco, de miserias ajenas y de sonrisa vacía para enfrentarnos a la realidad cambiable: el paro, la crisis, las necesidades de los ciudadanos pero inmutable por falta de voluntad de acción.Sin embargo esta situación que en otro país sería el germen de una revolución aquí se toma con acritud y crispación pero con silencio "administrativo". Casi como si no nos lo creyéramos, como si la ayuda de padres, hermanos, la economía sumergida o el infratrabajo, el misérrimo pan que nos calla, entraran tanto en la ecuación como para decirnos: "No estamos tan mal", "Mejor no pensar en lo malo" y entretenernos con la televisión omfalo terrible de un mundo de falsedades y falsedumbres.Ahí muere y acaba todo, el activismo, en Internet o fuera de él, la actividad política, social y pública, raptada por unos partidos políticos guerracivilistas. Somos un país de pandereta y cotilleo, de entretenernos con nimiedades que nos evitan pensar en lo importante, de fútbol que oculta y de bodas que esconden. Esta es España, el país de conejos cobardes que decía Espriú.¿Rebelarse?, Ni pasa por la imaginación... hay tantas bodas y partidos de fútbol que ver que no hay tiempo para ninguna crítica.. si acaso sobre la patada de Pepe o sobre el teatro de Alves.Indignarse/ Rebelarse o solo callarse y aguantarse. Recuerdos del día de mañana.
PD: Por cierto hoy es el día del trabajador. ¿Alguien pondrá el grito en el cielo?, ¿Alguien saldrá de la coreografiada manifestación o las manidas declaraciones?, ¿A alguno de nosotros nos interesará?. La respuesta es todo no.Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte.
A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar.
Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.