«Regresa el maestro moderno del noir, en su más descarnada esencia, con una novela basada en el personaje real Freddy Otash, malévolo monarca de la clandestinidad en el Los Ángeles de los años cincuenta»
Cubierta de: ‘Pánico’
" aria-describedby="caption-attachment-73647" data-orig-size="194,300" sizes="(max-width: 194px) 100vw, 194px" data-image-title="Cubierta de ‘Pánico’" data-orig-file="https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2022/06/cubierta-de-panico.jpg" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-medium-file="https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2022/06/cubierta-de-panico.jpg?w=194" data-permalink="https://laslecturasdeguillermo.wordpress.com/2022/06/09/panico-de-james-ellroy/cubierta-de-panico/" alt="Cubierta de 'Pánico'" srcset="https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2022/06/cubierta-de-panico.jpg 194w, https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2022/06/cubierta-de-panico.jpg?w=97 97w" class="alignnone size-full wp-image-73647" data-large-file="https://laslecturasdeguillermo.files.wordpress.com/2022/06/cubierta-de-panico.jpg?w=194" />La figura de Freddy Otash concentró tales dosis de perfidia, manipulación, locura y poder en la sombra que sin duda invita a pensar en ella como una criatura de ficción, digna de la imaginación desbocada y gamberra de James Ellroy. Pero su existencia obliga a reformular la idea: sólo una mirada y un estilo tan enérgicos y alucinados como los que caracterizan a James Ellroy podían hacerle justicia en una novela. Criatura tentacular, cuyos ojos y garras parecían llegar a todos los rincones, era la persona de la que huir o a la que recurrir, dependiendo de la situación de cada cual, si eras alguien, especialmente un político o una estrella de cine, en el Los Ángeles de la década de los 50. Violento, chanchullero, hiper conectado, sobrado de recursos y desprovisto de escrúpulos, fue un policía corrupto, un detective privado sin brújula moral, un artista de la intimidación, un proxeneta con negocios en el cine porno, un vendedor de armas y
pastillas, un mediador en divorcios y abortos, y el hombre fuerte del tabloide Confidential a la hora de airear los trapos sucios de las celebrities. El oscarizado guionista de Chinatown, Robert Towne, se basó en él para crear al mítico detective que encarnó Jack Nicholson en la pantalla grande y él mismo firmó unas memorias llenas de chismes que tituló Investigation Hollywood.
Freddy Otash no es un extraño en el radar de James Ellroy: le inspiró el personaje de Jack Vincennes en L.A. Confidential, un policía que asesoraba a un reality televisivo sobre los de su gremio y bque cazaba a estrellas de cine en situaciones embarazosas para vender el material a una publicación de cotilleos llamada Hush-Hush; y aparecía en las páginas de la nouvelle Shakedown, publicada en el año 2012 y cuyos derechos para la televisión adquirió HBO.
Precursora de internet en la difamación y la destrucción de carreras y reputaciones a gran escala, siempre al servicio de los más bajos instintos del público, Confidential –cuyos puntos fuertes, apunta su director en un pasaje, son «una sólida postura anticomunista y el sexo»– recurría a toda suerte de maniobras perversas fotos comprometedoras, chantajes, engaños, mentiras…– en su obsesión por incrementar las ventas número tras número. Jack Kennedy, James Dean, Burt Lancaster, Liz Taylor, Rock Hudson o Montgomery Clift constituyen un pequeño ejemplo de sus numerosas víctimas, aunque a algunas de ellas también las ayudaron a salir de sonados embrollos tapando escándalos u orquestando montajes para desviar la atención de aspectos comprometedores de sus vidas privadas (pagando obviamente el precio de verse luego sometidas a extorsiones y quedar en deuda). En un fragmento del libro leemos: «Nuestro chismorreo a chorros era repugnantemente real. ¿Y qué decir de los blogueros de hoy, los muy baladrones, y de sus trapaceros textos? Tipejos timoratos todos ellos. Dimos estopa a los estudios de cine. Cargamos contra los capitostes. Dispensamos disgustos a diestra y siniestra. Vampirizamos el país con nuestro voyerismo y lo tuvimos enganchado a esa delirante diarrea. nosotros creamos la actual cultura mediática del cotilleo. Nosotros desarrollamos disparatadamente un estilo escabroso y lo convertimos en nuestra seña de identidad».
Estructurada en tres partes –Extorsión/Perro Pervertido/El Piro– que se articulan en torno a las confesiones del protagonista desde la prisión, Pánico sólo cabe calificarse de tour de force, un ciclón narrativo en el que Ellroy recoge, y muchas veces amplifica, algunas de las señas de identidad que le han convertido en una de las voces más personales, arrolladores e inimitables del panorama literario noir de las últimas décadas. Entre ellas, su capacidad para tomarle el pulso a un momento histórico, tras una concienzuda labor de documentación, con sus adorados años 50 de nuevo en el punto de mira, ergo, cruzadas contra los rojos, abusos policiales, prueba atómicas, maniobras oscuras del FBI y, por encima de todo, el incombustible Hollywood, el lugar más extraordinariamente pervertido y cosméticamente moralista de la puta viña del Señor, en palabras del narrador; el manejar un amplio crisol de personajes, a los que retrata de forma tan profunda como despiadada; un tono trepidante, descarado y por momentos alucinado; y un ritmo y un estilo simplemente electrizantes, traslación a la literatura de los efectos del bebop. Una criatura tan excesiva, verborreica y agitada como Otash –consumidor compulsivo de dexedrinas regadas con whisky Old Crow– encuentra en el autor de L.A. Confidential a su más fiel y dotado ventrílocuo.
Una historia de paranoia, repleta de conspiraciones comunistas, simpatizantes del FBI, películas obscenas, asesinos sueltos y falsos culpables encarcelados, policías brutales, políticos adictos a las drogas y a las prostitutas, estrellas de Hollywood rehenes de vicios obscenos, y extraños compañeros de cama. Un chute del mejor Ellroy.
Lee y disfruta de un fragmento de la novela.
James Ellroy
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James Ellroy nació en Los Ángeles en 1948. Cuando sus padres se divorciaron en 1954, se mudó con su madre a El Monte, una zona deprimida de Los Ángeles en la que, poco después, ella sería asesinada. Después de años de delincuencia, alcohol y drogas, Ellroy decidió rehacer su vida y retratar en sus novelas el oscuro mundo de los bajos fondos. Entre sus obras más conocidas se encuentran La Dalia Negra y L.A. Confidential, que fueron llevadas al cine y se convirtieron en grandes éxitos de ventas y crítica. Junto con El gran desierto y Jazz blanco, conforman el Cuarteto de Los Ángeles, tetralogía que se ha convertido en un clásico de la novela del siglo xx, y que Literatura Random House ha recuperado. América fue considerada la mejor novela de 1995 por la revista Time, y al año siguiente sus memorias, Mis rincones oscuros, publicadas también en este sello, volvieron a ser designadas mejor libro del año por Time y uno de los mejores libros del año por The New York Times. En 2001, otra de sus novelas, Seis de los grandes, volvió a ser elegida mejor libro del año, esta vez por Los Angeles Times, y uno de los mejores libros del año por The New York Times. Este sello también ha publicado su libro autobiográfico A la caza de la mujer, y los dos primeros volúmenes de un segundo Cuarteto de los Ángeles, inaugurado por Perfidia y que continúa con Esta tormenta. En 2018 James Ellroy fue galardonado en el Premio Pepe Carvalho al conjunto de su obra.
El libro:
Pánico (título original: Widespread Panic, 2021) ha sido publicado por la Editorial Literatura Random House. Traducción de Carlos Milla Soler. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 394 páginas.
Como complemento pongo un vídeo en inglés en el que James Ellroy habla sobre su nueva novela Widespread Panic con Tom Wickersham de Mysterious Bookshop.
Para saber más:
https://www.jamesellroy.net/
James Ellroy en Wikipedia.