Nosotras también hemos querido preparar un postre adecuado para la ocasión. Y para darle un toque un poco especial, hemos decidido adaptar un postre que nos encanta desde niñas: Las Panteras Rosas!!
Nuestra versión lleva un bizcocho genovés del famoso repostero Paco Torreblanca, relleno de una crema queso y una fina capa de mermelada de fresa. Riquísimooooo!!
Este versátil bizcocho vale tanto para un brazo de gitano como para base de tarta. Al no llevar nada de grasa queda muy esponjoso y es bajo en colesterol. Para que luego digáis que no nos preocupamos por vuestra dieta, jejeje...
Pues vamos allá. Necesitaremos:
- 4 huevos
- 135 gr azúcar
- 130 gr harina
- sal y vainilla
Mezclamos los huevos, la sal, la vainilla y el azúcar en un cazo al baño maría. Mientras se calienta, lo batimos con la batidora. Con el calor se generan más burbujas y se consigue una crema super esponjosa.
Batimos hasta que triplique su tamaño y quede una crema bien montada. Entonces retiramos del fuego y seguimos batiendo hasta que enfríe.
En la receta original de Paco Torreblanca se añade ahora mantequilla derretida fría, pero nosotras no quisimos enmantequillar tanto el pastelito, y no la utilizamos.
Rellenamos el bizcocho con mermelada de fresa (nosotras la pasamos por un colador para evitar grumos) y una crema de queso bueniiiisma que hicimos con:
- 35 gr mantequilla a temperatura ambiente
- 60 gr de queso tipo Philadelphia
- 100 gr de azúcar glas
- una pizca de vainilla
- 2 o 3 cucharadas bien llenas de nata montada sin azúcar
Mezclamos la mantequilla con el azúcar y el queso hasta conseguir una crema lisa sin grumos. Entonces incorporamos la nata montada con movimientos envolventes para mantener la textura. Después lo introducimos en la nevera para que tome consistencia.
Los pastelitos los cubrimos con Candy Melts de color rosa.
Se derriten en el microondas a intervalos cortos, removiéndolos para evitar que se quemen o salgan grumos. Si queremos que la cobertura quede más fluida, añadimos alguna base de aceite de girasol o manteca de cacao (nunca con leche o nata).
Por último, los decoramos con sprinkles y nuestro adorado glaseado en tubo. No hay en el mundo una cosa más cómoda y práctica!!
Y he aquí nuestra humilde versión de esta clásica merienda infantil. Ayyy qué recuerdos de las meriendas que nos daban nuestras madres como premio cuando sacábamos buenas notas... qué tiempos aquellos.... mmmmmm...