“Muchos varones creen que el ser excelentes proveedores los convierte automáticamente en extraordinarios padres. Esto no sólo es irreal, sino que además, el que los padres sólo se preocupen por la manutención de los hijos y estén completamente alejados de su crianza puede tener un impacto negativo en su salud emocional. Así que no dudes más, no dejes pasar más tiempo empieze ya a involucrarte en su formación.
Luis Aldrete Quiñones, presidente del Instituto de la Familia (IFAC), asegura que cuando los papás se involucran en el cuidado de los hijos, se convierten en adultos con una mejor capacidad de brindar afecto y protección no sólo a su familia, sino a todos los que lo rodean.
En cambio, aseguran terapeutas de familia, cuando están ausentes, en la adultez pueden presentar dificultad para relacionarse con otros, mostrar resentimiento a todo y a todos, y padecer depresión y ansiedad.
María Fonseca, terapeuta de la Clínica del IFAC, explica que culturalmente se ha impuesto que sea la madre quien se encargue de la crianza de los hijos, y el padre de su sustento.
Esto, explica, ha ocasionado que el papá no se preocupe de la formación de los hijos ni se sienta culpable de no participar en ella, lo que, a su vez, dificulta que estén conscientes de la importancia de que estén inmiscuidos en este proceso.
“Los papás no se hacen cargo y están ausentes de la crianza de sus hijos porque delegan esta labor a la madre, además carecen del aprendizaje que se requiere para realizar esta tarea”, precisa José de Jesús González, terapeuta de familia del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social.
En la página de internet de Child Care Aware, programa de la Asociación Nacional de Agencias de Recursos y Referencias de Cuidado de Niños de Estados Unidos, se indica que para muchos padres resulta difícil involucrarse en la vida de sus hijos debido a sentimientos de incompetencia o la noción de que las madres saben más sobre el asunto.
Pero, se aclara, la relación y el amor que pueden brindarle a sus hijos es importantísimo para que gocen de una autoestima alta y tengan éxito en todos los ámbitos en los que se desenvuelven.
¿Qué hacer?
Cuanto más tempranamente el papá se involucre en la vida de su hijo será mejor.
“Muchos padres quieren involucrarse en el cuidado de su bebé, pero posiblemente no hayan tenido mucha experiencia con niños en su primera infancia y sientan inseguridad sobre que tienen qué hacer.
“Pueden sentirse inseguros y poco diestros. La mejor forma de superar estos sentimientos es aprender haciendo”, refiere.
Se les aconseja comenzar cargando al bebé en sus brazos y hablarle para que vaya conociendo su voz, así como leerle y cantarle en voz alta.
También puede jugar con él, tocarlo y bañarlo.
“A medida que pase más tiempo con él comenzará a comprender las diferencias entre el llanto para pedir comida, un pañal limpio o el deseo de dormir”.
Cuando el bebé esté irritado se le recomienda probar diferentes formas de calmarlo.
“Es importante que no tenga miedo de seguir tratando, aun cuando la mamá ofrezca tomar las riendas.
“Todos los padres tienen diferentes formas de interactuar con sus hijos, y usted encontrará la que mejor le funciona”.
Fuente: Luis Aldrete Quiñones, María Fonseca y José de Jesús González