Con esta receta comienzo la semana de rectas típicas y tradicionales de la Semana Santa de Úbeda y Baeza, que espero que traiga buenos recuerdos a los que las conocen y gusten a los que no las habéis probado, a los que solo puedo recomendar que las hagáis en casa y ¡disfrutéis de lo lindo!
Ingredientes para 4 personas; 250 ml de leche entera (1 vaso), 250 gr de harina (1 vaso), 1 huevo, 1 gaseosa (del tigre o de Mercadona) [si no tenemos podemos ponerle una cucharada de levadura royal], 1 pizca de sal, azúcar para rebozarlos y Aceite de Oliva Virgen Extra para freírlos. (Se pueden duplicar todas estas cantidades si queréis que sean para más personas)
Procedimiento paso a paso; En un bol grande, batimos el huevo. Una vez que ha quedado como si fuera para una tortilla, agregamos los 250 ml de leche y batimos hasta que todo quede incorporado.
Ahora es el turno de la harina, que hay que añadirla poco a poco. Echamos una poca y movemos, y así en al menos 3 veces. Una vez añadida toda la harina, le ponemos la cucharadita de gaseosa (o de levadura) y la pizca de sal. Hasta aquí la receta tradicional.
Fuera de la clásica, si le queréis dar un sabor diferente, se le puede añadir justo en este paso la raspadura de un limón, que le dará un sabor muy fresco, o como hacía mi bisabuela, una cucharada de granos de matalahúva, que le dan un toque muy típico úbetense, es cuestión de gustos.
Al final obtendremos una especie de crema espesa. Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra, cuando esté bien caliente, con una cuchara vamos cogiendo porciones de la crema e incorporándolas al aceite. Cuando estén fritos, se retiran sobre papel absorbente, se colocan en un plato o fuente para que no queden tan pringosos.
Cuando ya los tenemos todos listos, los vamos espolvoreando en azúcar blanca. Servimos calientes y si puede ser con una taza de chocolate, y si lográis que os salgan dos idénticos