Para motivarnos podemos pensar en lo bien que nos sentiremos una vez que hayamos bajado de peso, o cuanto mejor nos veremos al mirarnos al espejo, y también que podremos comprar esa ropa que tanto nos ha gustado.
La motivación es algo muy particular y como todas las cosas en la vida para cada uno de nosotros puede ser algo diferente, el secreto está en encontrar aquella que nos haga comenzar y seguir adelante.
Otra de las cosas importantes es colocarnos metas que podamos cumplir y que sean a mediano plazo, por ejemplo de nada sirve decirnos que vamos a bajar 25 kilos para llegar a nuestro peso ideal. Es mucho más sencillo colocar una meta de bajar 3 kilos, cuando cumplimos esto, nos colocamos otra meta de otros 3 kilos. Ello nos servirá para sentirnos motivados siempre, pues al bajar los kilos previstos en cada etapa la motivación seguirá presente y hasta será mayor que cuando comenzamos la dieta.
Algo que debemos tener presente es que el peso no es absoluto es relativo, podemos bajar de peso y no verlo reflejado en la balanza y sí notar que la ropa nos queda más holgada. Esto sucede porque la masa muscular se va adaptando, nos deshinchamos y no veremos esto representado en kilos perdidos.
Algunas cosas a tener en cuenta son:
- Hacer una dieta balanceada que nos será indicada por el nutricionista y nunca pasar hambre.
- Realizar por lo menos 5 comidas al día pues esto ayuda a acelerar el metabolismo.
- Beber un mínimo de dos litros de agua diariamente, esto es fundamental para bajar de peso.
- Realizar ejercicios de tonificación para evitar la pérdida de músculo.
Por otra parte, además de nuestra motivación existen alimentos que contribuyen y previenen tanto la depresión como otro tipo de estados emocionales que se puedan encontrar alterados. Estos alimentos tienen un efecto sobre nuestro cerebro y al comerlos éste libera unas hormonas denominadas endorfinas que benefician el estado de ánimo aumentando las sensaciones placenteras. Algunos de ellos son:
- Depresión: consumir aminoácidos como por ejemplo copos de avena. Aumentar la energía, la tranquilidad, la concentración y la memoria: comiendo levadura de cerveza, salvado y germen de trigo que son alimentos pertenecientes a las vitaminas del grupo B.
- Cansancio: ingerir vitamina C por ejemplo Kiwi, naranja, mandarina, pomelo.
- Estrés y ansiedad: todo tipo de lácteos descremados, frutos secos como almendras, nueces, avellanas (ojo con la cantidad), pues tienen un gran contenido de Magnesio.
- Tristeza: el chocolate tiene efectos relajantes, calmantes y provoca una sensación de bienestar (busca los de leche descremada y sin azúcar, amargos o húngaros).
- Optimizar el estado de ánimo: comer pan integral que aporta fibra y triptofano, que genera la liberación por parte del cerebro de serotonina.
No existe razón para prohibirnos de comer algún alimento que nos haga sentir bien, siempre que lo hagamos en una medida razonable.
El bajar de peso no debe ser sinónimo de pasarlo mal, comer de manera sana, realizar alguna actividad física dentro de lo posible, eso nos dará también motivación porque nos hará sentir bien y será la mejor manera de adelgazar.