Para bien o para mal, la vida puede cambiar en un instant...

Para bien o para mal, la vida puede cambiar en un instante tan pequeño que puede durar menos de un suspiro; puede que ese ínfimo instante puede cambiarte hasta la manera de ser, de pensar, todo aquello que tenías planeado o todo aquello que dabas por hecho en la vida.
Puede ser un viaje, unas palabras, un choque de realidad, una tragedia o una gran alegría.
Puede ser cualquier cosa, pero acaba convirtiéndose en un punto y a parte o un gran punto y final, porque al fin y al cabo, la vida es una sucesión de puertas abriéndose y cerrándose, de capítulos nuevos y viejos que nunca dejamos de recordar.
Ahora, miro hacia atrás y me pregunto qué partes de la Ester de hace unos meses siguen quedando, de manera intacta, sin modificar ni un ápice... He tenido muchos de esos pequeños instantes que cambian todo en poco tiempo y ahora veo el nuevo año que viene como la gran oportunidad para reescribir mi propia historia, para plantearme un nuevo y excitante capítulo que quizás sea más decisivo de lo que pueda creer.
Todavía tengo un cierto lío en la cabeza, sigo estando bastante perdida en la vida, pero puedo asegurar, con total seguridad que Londres ha marcado un gran punto y final a muchas cosas y que ha supuesto uno de esos momentos que todo lo cambian. Hacia donde, no lo se, cómo, tampoco, pero noto que nada va a volver a ser lo mismo.