- El pelo hay que lavarlo con frecuencia, pero esta variará en función de la persona y su tipo de cabello. El mito de que lavarse el pelo todos los días favorece la caída del cabello es absolutamente falso.
- Nunca se debe utilizar gel de ducha para lavar el cabello, porque su composición no está diseñada para ello. Lo correcto es utilizar un champú suave y adaptado a cada tipo de cabello.
- La manera más beneficiosa de secar el pelo es al natural. Primero conviene hacer un ligero secado con una toalla. Después, si se usa el secador debe hacerse a baja potencia sin localizarlo en un mismo punto y sin acercarlo demasiado al cuero cabelludo. La razón de esta última consideración es que el aire muy caliente sobre un pelo muy mojado puede provocar el denominado "pelo burbuja".
- No son aconsejables los peinados que suponen tensión del cabello, porque pueden dar lugar a una lenta pero constante caída del pelo.
- Contrariamente a lo que se piensa, cortarse el pelo al "cero" no hace crecer más pelo, pero sí es conveniente sanearlo regularmente para mantener su aspecto saludable.
- La grasa no hace caer el pelo, aunque ambas circunstancias suelen ir asociadas. Por lo tanto, en el caso de la alopecia, es necesario mantener una higiene correcta.
- Ante un caso excesivo de caída del cabello, lo que se debe hacer es ponerse en manos del dermatólogo, porque será la persona más indicada para determinar las causas y podrá prescribir el tratamiento más adecuado para cada caso.
Ana Hidalgo