Este miércoles asistí a la presentación del número especial del tercer aniversario de la revista de divulgación científica de mi universidad, "Saber Más" (a la que pueden acceder haciendo clic en el link). La presentación estuvo a cargo de uno de sus editores, ex-profesor mío y miembro de mi comité tutorial, el Dr. Horacio Cano Camacho. En ella expuso la historia de la revista, cifras importantes y más. Entre eso de "más" estuvo implícito un discurso sobre la importancia de la divulgación científica.
El bonito logo de la revista que les comento.
Y bueno, luego de escuchar al Dr. Cano y de llegar a la conclusión de que concuerdo plenamente en la importancia y el valor social de la divulgación, llegó el momento de que los autores del número expusieran brevemente su experiencia y la temática general de su artículo. Fue aquí cuando sucedió algo que no esperaba, todos y cada uno de los autores son profesores e investigadores de la Universidad, pero todos concordaron en que les resultó muy difícil escribir el artículo y que por eso casi no se dedicaban a escribir este tipo de aportes.
La ciencia no sólo es hacer experimentos o medir cosas. La ciencia es una actividad humana que está ligada a muchísimos aspectos, entre los que tenemos la comunicación pública de la misma. Imagen tomada de este sitio.
¿Qué es lo que hace que les sea tan difícil divulgar? Yo lo atribuyo a varios factores. Primero, no fueron entrenados como divulgadores, sino como investigadores y me requeteconsta que el lenguaje de la divulgación es completamente distinto al de la ciencia formal. No es de extrañarnos pues, que quién no escribe regularmente este tipo de cosas tenga dificultades a la hora de querer hacer divulgación. Segundo, el nivel del lenguaje que requiere una publicación de corte divulgativo es fácil para la gente común, pero harto difícil para un científico acostumbrado a una jerga distinta.
En ciencia estamos acostumbrados a una jerga distinta. Tal es el caso que en ciencia, teoría no es una conjetura, solución no es una respuesta, pársec no es una unidad de tiempo, un agujero negro no es un hoyo obscuro, etc. Imagen tomada de aquí.
Entonces me aconteció algo curioso, revisité mi pasado para ver por qué se me hacía relativamente fácil divulgar algo el día de hoy. Vi a un mono más flaco cabezón y lampiño sentado frente a un ordenador allá por el 2009 e iniciando la aventura que es este blog. Luego me sentí viejo al notar que han pasado ya ¡5 años desde el nacimiento de este sitio! Fue entonces cuando noté que sin práctica no se puede tener experiencia (algo obvio pero no tan tangible como aquél día). Y luego me asaltó una pregunta más importante y que me hizo pensar "¿por qué diantres no me lo había preguntado antes?" ¿Para qué divulgamos ciencia?
Una pregunta relativamente simple, pero con una respuesta compleja y diversa.
Las razones pueden ser tan diversas como personales, pero existen líneas generales del porqué los científicos divulgan ciencia.
1. Para que la gente se entere.
Por supuesto, esa es la traducción de lo que significa divulgar, pero ¿por qué me debería importar? Algunas ciencias reciben soporte privado, tal es el caso que a aquellos científicos no les debería importar que la gente común sepa qué hacen (y ese es el caso casi siempre), pero ¿qué hay de los que no formamos parte de ese club? Otra porción enorme de científicos recibe fondos públicos y labora en instituciones de educación pública como Universidades. ¿Acaso esos científicos divulgan por obligación? Algunos si, pero no todos. El argumento usado es que "debemos devolver a la sociedad lo que se nos da de presupuesto, como comunicarles lo que hacemos". Yo creo que esto no es necesariamente cierto. Aunque es loable y preferible para evitar encierros en torres de marfil, en realidad nuestro aporte social está dado, aportamos conocimientos que no se pierden, sino que forman parte del saber colectivo (eso es parte de la ciencia, su cuerpo de conocidmientos). La cosa es que divulgamos para sentirnos con "razón social de existir".
A veces hay cosas que debemos informar que son más apremiantes que otras. Empero, eso no resta validez a lo que se quiera divulgar. Fotografía de Oxfam International.
2. Por la gloria y la fama.
Aunque parezca chiste, muchos divulgadores hacen esto para sentirse poderosos e importantes. De hecho a mi me acusan frecuentemente de esto, pareciera que a un humano le es imposible querer divulgar por gusto. Somos pocos los que lo hacemos por amor al arte, pero existimos. Nuestros némesis son aquellos que en sus delirios de grandeza, divulgan para crecer sus colosales egos. Esta es una postura controvertida, pero válida en su propia naturaleza, pero yo simplemente no concuerdo.
La fama, un poderoso aliciente. Imagen tomada de aquí.
3. Porque te obligan.
Pareciera otro chiste, pero hay quienes obligan a los autores de una obra a divulgar porque... bueno, por muchas razones. Porque la Universidad/Facultad/Escuela/Instituto se los pide o porque tienen que hacerlo para cubrir cierto perfil curricular. Esta es otra razón con la que no coincido, pero creo que es más practicada de lo que pudiera parecer. Si no existiera habría contenidos de más calidad, pero al mismo tiempo, habrían menos contenidos.
La divulgación forzada da frutos... unos de un sabor no tan agradable, pero sirven. Imagen tomada de este sitio.
4. Porque es negocio.
Así es mis estimados lectores, divulgar deja dinero. Y no, no me baño en torrentes de billetes, monedas, metales o gemas preciosas. Es más, la mayoría de los divulgadores que conozco son pobretones hippies como yo. Entonces ¿de dónde saqué la idea de que divulgar deja dinero? Simple, de las revistas de divulgación sensacionalista (hablaré mal de ellas en otro tema). Algunas como Muy Interesante tienen dividendos lo bastante copiosos que se siguen publicando. Y es que publicar una revista en papel no es barato, nada barato. Gracias a estas revistas la gente tiene un mayor acercamiento con la ciencia, pero también con la pseudociencia y el sensacionalismo. Y para muestra un botón.
Chale, chale y recontrachale. Lo siento, si no eres mexicano como yo, entonces esto se traduce como "Qué barbaridad, qué barbaridad, qué barbaridad". Imagen reproducida con fines educativos, editorial Televisa, no me demanden, soy pobre.
5. Por amor al arte.
Hemos llegado a la razón que me motiva y que personalmente encuentro más loable (también encontraría loable que me pagaran, pero bueno ya veré qué como hoy *tocan violines trágicamente*). Existen muchos divulgadores que escriben en páginas web, revistas y otros medios. También existen quienes organizan o tienen programas, canales y sitios con audios y vídeos. Algunos empezaron siendo almas de la caridad y ahora ganan dinero, otros siguen haciéndolo por amor al arte. Gracias a ello tenemos de forma totalmente gratuita la posibilidad de tener grandes aportaciones de personas entrenadas, interesadas y capaces. Claro, hay excepciones, pero son pocas y hoy no me centraré en ellas.
La razón de este y muchos otros espacios, de los cuales, les daré unas recomendaciones próximamente. Imagen de aquí.
Y bueno, de momento es todo por mi parte. Me despido y espero su visita en este espacio de divulgación de la paleontología y la biología.
Este post es partícipe del X Carnaval de Geología, albergado por Biblioteca de investigaciones
¡Que la divulgación entre en sus corazones!