Griegos trabajando.
No exactamente a la casilla de salida, ya que por el camino hubo un impago al FMI y ahora los acreedores tienen que ser más exigentes con Grecia. Por no mencionar que el espectáculo de insultos que han recibido los países de la UE por parte de los tarados del gobierno griego tampoco ayuda a que las nuevas reformas sean apoyadas en el resto de países."Gobierno griego". Puede que este sea un sintagma demasiado aventurado. Grecia no conoce gobierno desde la época de los Paleólogos. Hablamos de un país del que uno de sus ex-ministros de Hacienda decía que si cerraban los ferrocarriles y le pagaban un taxi a todos los pasajeros el estado ahorraría dinero. Un país que en 1980 con 10 millones de habitantes tenía medio millón de funcionarios y que veinte años después con 11 millones de habitantes llegó al millón de funcionarios.
Un país que básicamente buscó la paz social tras la dictadura por el método andaluz del enchufe y de la instrumentalización político-mafiosa de sus débiles instituciones. Un país en el que orgullosamente circula una explicación histórica al hecho de que esté mal visto pagar impuestos: aluden a la resistencia silenciosa en la época de ocupación otomana. Un motivo de orgullo patrótico griego es no pagar impuestos.
Atenas, 1967.
Es que en ese país que tiene bula progre para matar ballenas y extraer petróleo que es Noruega lo que constituye un orgullo patriótico es pagar impuestos.En Grecia dicen que trabajan 4 millones de personas, de los que un millón lo hace en el sector público, dos millones en el sector privado y otro millón son autónomos. Aunque escuchemos a políticos indocumentados decir que los autónomos son hérores randianos que crean riqueza, si vamos al contexto fiscal parece que tener una gran proporción de autónomos no es lo mejor a la hora de recaudar iimpuestos (parece que hay alguna evidencia al respecto). En "La deuda odiosa de Grecia" Jason Manolopoulos (jaja) esgrime que tampoco se puede afirmar que dos millones de personas sostengan a Grecia ya que de esos dos millones sólo unos 300.000 ganan lo suficiente y son lo bastante honrados como para efectivamente pagar sus impuestos.
Para los de letras: estoy diciendo que esto es como si la población de Vigo sostuviera al estado portugués.
Si en tu país usáis una palabra concreta y no genérica para hablar de sobornos, sabes que tu país está perdido. Es el caso de la mordida mexicana y del fakelaki griego (literalmente "sobrecito"). Sobornos que se emplean en comprar licencias públicas, hacer que los funcionarios hagan la vista gorda y lograr por ejemplo que en un hospital público atiendan a tu abuelo de 90 años veterano de guerra aquejado de cáncer terminal.
Sobornos y corrupción son cosas distintas al fraude fiscal y a la economía sumergida, pero aún así se puede calcular el coste que supone y en el caso griego estamos hablando del 1,75% del PIB. No sé, imaginaos que Andalucía fuera un país. Buf.
La Grecia de Venizelos (y del Tratado de Sèvres).
Con este panorama lo cierto es que tanto a mí como a las instituciones europeas nos debe dar bastante igual el punto porcentual donde el "gobierno griego" sitúe sus impuestos. Da igual poner impuestos altos o bajos, nadie los va a pagar. Es decir, si hablamos de reformas no podemos quedarnos en la tabla de Excel, hay que ir a cosas más complicadas —que no imposibles— de cambiar como lo que tiene que ver con la moral o costumbre de la res publica.Sería un gran fracaso colectivo que Grecia dentro de veinte años continuara siendo una especie de paraestado cuya vida pública se pareciera bastante a las zonas italianas controladas por la mafia durante la Segunda Guerra Mundial (una suerte de extraños aliados sobre los que hacer la vista gorda mientras te permitan desembarcar tropas en un conflicto con una tercera potencia).
Si vamos a lo efímero y cortoplacista del asunto que tenemos entre manos podemos observar que la propuesta griega de reformas para pedir dinero es prácticamente igual que las reformas que propuso la Comisión Europea antes del circo que montaron con el referendum:
- IVA general al 23% (incluyendo la restauración que ahora lo tiene al 13%). El IVA superreducido baja del 6,5% al 6%.
- Suspensión de los beneficios fiscales para las islas.
- Impuesto de Sociedades pasa del 26% al 28%.
- Aumento de impuestos a embarcaciones de recreo.
- Recorte en Defensa de 300 millones.
- Creación de impuesto sobre la publicidad en televisión.
- Vender licencias de 4G y 5G.
- Impuesto del 30% a los terminales de lotería electrónica.
- Jubilación a los 67 años.
- Terminar el subsidio a las pensiones más bajas.
- Desincentivar la jubilación anticipada.
- Publicar estadísticas sobre corrupción.
- Publicar estadísticas sobre productividad de los funcionarios.
- Crear una agencia de impuestos independiente.
- Reforma laboral.
- Liberalización de profesiones.
- Liberalización del sector hostelero.
- Privatización de la empresa pública de distribución de electricidad.
- Privatización del "INI girego".
- Privatización durante 40 años de 14 aeropuertos regionales.
- Privatización de los puertos de El Pireo, Tesalónica y Hellinikon.
- No hablar de la quita de deuda.
¿Haces votar a la gente en contra de una movida que presentas dos días después? Con "estos tipos toman a la gente por idiotas" me quedo corto. Y esto seguro que no lo pienso sólo yo: ahora varios parlamentos europeos —España no, claro, porque aquí jugamos con la carta de "El parlamento es de débiles y cobardes" que tan bien nos funciona— deberán aprobar este paquete de medidas y recordemos que allá en la lejana y alienigena Europa muchos gobiernos son de coalición (o tienen diputados que pueden votar en contra de su grupo, (oh menudo movidón)).
Malta mola.
Como vemos, el "gobierno griego" necesita una mayoría en la cámara para aprobar su propuesta, todo parece indicar que habrá desavanencias entre los syrizos, pero curiosamente los de To Potami apoyarán en esto al gobierno, así que presumiblemente será aprobado ante una audiencia griega que se rascará la cabeza preguntándose para qué diantres fueron llamados a votar en el referendum... y en las elecciones. Es más ¿para qué sirven las elecciones en Grecia?