Revista Belleza
No podrás ser feliz si no te gusta lo que eres. Antes de fijarte en tu alrededor fíjate en ti mismo y quiérete. Pero no te quieras por lo que ves en los demás si no por lo que ves en ti. Quiérete tal como eres, aprende a ser feliz contigo mismo. A menudo comparamos y condicionamos la “felicidad” en relación a los demás. Es decir comparando lo que tengo, con lo que tienen las personas que de alguna manera son cercanas a mí.No me genera ningún problema distinguir que yo tengo más que los demás, es más me da cierto placer. Y soy capaz de aceptar en cierta medida, sin problema, que si no tengo más que los demás, me quedo conforme con tener lo mismo, pero no menos.Desperdiciamos nuestra vida en comparaciones con nuestros semejantes que realmente nos olvidamos de nosotros mismos y vivimos a expensas de otros.Todos tenemos una vida maravillosa, pero no nos damos cuenta porque la condicionamos en base a la infelicidad de los demás.Cambiemos. La felicidad de los demás es también mi felicidad.La felicidad es algo más que un sentimiento, es algo que todos podemos practicar a diario. Pero hay personas mejor en algunos “hábitos felices” que otras. De hecho, el hábito que más tiene que ver con qué tan satisfechos estamos con nuestra vida en general, es decir, la auto aceptación, es a menudo la que practicamos menos.En un experimento, se encuestó a 5 mil personas y se les preguntó qué tanto practicaban la caridad, con base en ello, se calificaron en una escala del 1 al 10, un total de diez hábitos identificados. Para los que contestaron la encuesta, “dar” fue el hábito superior relacionado con la felicidad.J.Cardenas