Revista Salud y Bienestar

Para tener el cerebro sano se requiere una buena barrera hematoencefálica

Por Jesus Gutierrez @saludymedicina
Para tener el cerebro sano se requiere una buena barrera hematoencefálica
Una Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington publicada en la revista en Nature Aging  reviso más de 150 artículos para observar qué sucede con la barrera hematoencefálica a medida que envejecemos. 

La barrera hematoencefálica, evita la fuga no regulada de sustancias de la sangre al cerebro que es un órgano especialmente sensible y no puede tolerar la exposición directa a muchas de las sustancias de la sangre. La barrera hematoencefálica también permite que muchas sustancias ingresen al cerebro de manera regulada para satisfacer las necesidades nutricionales del cerebro. También transporta moléculas de información de la sangre al cerebro y bombea toxinas fuera del cerebro. Una barrera hematoencefálica que funciona mal puede contribuir a enfermedades como la esclerosis múltiple, la diabetes e incluso la enfermedad de Alzheimer.

Las personas sanas que envejecen tienen una fuga muy pequeña en su barrera hematoencefálica. Esta fuga está asociada con algunas medidas del olvido benigno del envejecimiento, que la mayoría de los científicos consideran normal. Pero esta filtración y las dificultades para recordar pueden ser las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer.

Cuando una persona es portadora del alelo ApoE4, tiene un riesgo genético más fuerte de padecer Alzheimer, y hay una aceleración de la mayoría de los cambios relacionados con la edad de la barrera hematoencefálica.

Otro hallazgo clave de la revisión es que a medida que envejecemos, dos células comienzan a cambiar en la barrera hematoencefálica: los pericitos relacionados con la enfermedad de Alzheimer y los astrocitos que parecen estar hiperactivos. Preservar la función de los pericitos al proporcionar los factores que secretan o incluso trasplantarlos podría conducir a una barrera hematoencefálica más saludable.

La salud de los pericitos se puede preservar mediante algunas de las mismas intervenciones que prolongan la vida útil, como el ejercicio regular, la restricción calórica y la rapamicina.

Otros hallazgos plantean la posibilidad de que la velocidad a la que el cerebro absorbe muchas drogas pueda explicar por qué las personas mayores a veces tienen diferentes sensibilidades a las drogas que sus hijos o nietos.


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