- Consumir diariamente, sin importar la edad que poseas, todo tipo de lácteos: yogures, leche y quesos.
- Comer todos los días verduras o frutas de todo color y tipo.
- Comer variedad de carnes blancas y rojas, retirando siempre la grasa que veas.
- Preparar las comidas preferentemente con aceite crudo, y evita todo tipo de grasa para cocinar.
- Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evítalo en las madres lactantes, embarazadas, adolescentes y niños.
- Tomar gran cantidad de agua potable durante el día.