Hoy conocemos una investigación cuyos resultados deben ponen en alerta a las mujeres que afrontan el embarazo. Según un estudio desarrollado por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, compuestos químicos como los parabenos y filtros solares presentes en los productos de cosmética, cuidado e higiene personal, se acumulan en la placenta de las embarazadas.
Se trata de sustancias que pueden ser transmitidas al futuro bebé, son capaces de alteran los niveles hormonales del organismo, pueden afectar al sistema endocrino y causar esterilidad. Los análisis realizados muestran que estos compuestos están presentes en la placenta humana en cantidades significativas, en análisis anteriores ya se había demostrado que estaban presentes en la leche materna, en el esperma, en la orina, etc., lo que muestra el alcance que tiene la presencia de estos compuestos.
En esta nueva investigación los expertos se han centrado en los parabenos (conservantes bactericidas y fungicidas) y en las benzofenonas (principal grupo de filtros solares UV). Los resultados de los análisis han mostrado que cuatro de estas sustancias están presentes en todas las placentas que se han analizado, por otro lado, se han llegado a detectar hasta siete de estos compuestos en una misma muestra. Para los expertos estos resultados son muy preocupantes, ya que estas sustancias pueden provocar una alteración hormonal que puede ser perjudicial para la madre y para el desarrollo del futuro bebé.
Los investigadores explican que es la primera vez que se analiza la presencia de estos compuestos en la placenta humana, algo que nos sorprende, ya que en el caso de los parabenos, son sustancias que se han estudiado desde hace varios años. Los autores comentan que en todo el mundo sólo existen tres estudios previos sobre el tema, por otro lado, destacan que se trata de la primera vez que se han detectado compuestos que ninguna investigación anterior había logrado identificar en la placenta.
Inicialmente se esperaba encontrar niveles muy reducidos o indetectables de estos compuestos en la placenta, sin embargo, se ha constatado que la concentración de algunas de estas sustancias era muy elevada, superando los 11 nanogranmos por gramo, es decir, 500 veces el valor esperado. El siguiente paso será determinar si esta cantidad es o no excesiva, con ello se podrán delimitar los niveles de riesgo para la salud de la madre y la salud fetal.
En la UE sólo se autorizan dos benzofenonas (filtros solares) en los productos cosméticos, pero se han hallado otros compuestos de este grupo, por lo que se deduce que son el resultado de la metabolización de estas dos sustancias, lo que demuestra que no son excretados en su totalidad y parte de ellas se acumulan en los tejidos, las consecuencias concretas aún no se conocen, pero seguramente no tardaremos en conocerlas. Uno de los compuestos que se han encontrado con más frecuencia y que está presente en los filtros solares es la denominada BP4, sustancia que se ha detectado en el 75% de las muestras y de la que se creía que no se acumulaba en los tejidos, siendo excretada en su totalidad. Con respecto a los parabenos, el análisis muestra que se encontraron en prácticamente todas las placentas analizadas, destacando especialmente el metilparabeno por ser el de mayor concentración y ser el más utilizado por la industria.
Aunque anteriormente los parabenos se han asociado a la baja calidad del esperma, alergias u obesidad, y las benzofenonas se han relacionado con la incidencia de endometriosis, otros estudios han relacionado estas sustancias con otros problemas de salud en los bebés. De todos modos, los expertos apuntan que son necesarias nuevas investigaciones con una mayor muestra de pacientes para constatar si la presencia de estos productos en el organismo, pueden causar la aparición de patologías en la infancia y en la edad adulta.
Según nos explican en este artículo publicado en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, lo peor de todo es que los filtros solares UV son aditivos que se utilizan en muchos productos, no sólo en los productos de higiene personal, también en los envases de bebidas y alimentación, prendas de vestir, material fotográfico y todos aquellos productos que se necesiten preservar de la acción solar para que no se degraden. Seguiremos muy de cerca las próximas investigaciones que se realicen, los resultados podrán ayudar a entender el incremento de distintas alteraciones que se producen en el organismo.
Foto | Greensuitcase
Enlace permanente:
Parabenos y filtros solares se acumulan en la placenta de las embarazadas