Revista Religión
Lectura:Lucas 12:22-34.
"¿Yquién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?" Lucas12:35
HansChristian Andersen, autor de cuentos famosos como Las ropas nuevas delemperador, tenía terror de que lo enterraran vivo. Por eso, siempre llevaba unanota en el bolsillo que indicaba que, en caso de que lo encontraraninconsciente, no supusieran que estaba muerto. Solía dejar otra nota en sumesita de noche, que decía: "Sólo parece que estoy muerto". Tal erasu ansiedad, hasta que finalmente sucumbió al cáncer en 1875.
Tal vezpensemos que ese temor es extraño, pero ¿experimentamos nosotros miedos que undía puedan parecer así de irracionales? ¿Es posible que llegue un momentocuando miremos atrás y nos asombremos de nuestras ansiedades? ¿Nossorprenderemos alguna vez de ese tonto que prefirió preocuparse en vez de orar?¿Llegará el día en que nos consideren unos lastimeros plagados de temor porqueno enfrentamos la vida con los recursos que el Dios todopoderoso del universonos dio tan abundantemente?
Lapreocupación no cambia nada, pero con en el Señor modifica por completo lamanera de ver la vida.
Perdónanos,Señor, por nuestra tendencia a preocuparnos. Ayúdanos a ver cuán insensato espreocuparnos por lo que Tú ya prometiste proveer. No permitas que nuestrostemores nos entierren vivos.
Reflexión:Cuando ponemos nuestras preocupaciones en las manos de Dios, Él pone Su paz ennuestro corazón.Fuentes:Devocional Diario