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Parque del Laberinto de Horta, Barcelona

Por Nosoloviajeros @nosoloviajeros

Parque del Laberinto de Horta, Barcelona

Seguramente, aunque nunca hayas estado en el parque del Laberinto, en Horta, te sonará, ya que estos jardines han servido de escenario a la película El Perfume. Se encuentran al norte de Barcelona, cerca de la sierra de Callserola. Antiguamente pertenecían a una familia catalana, los Desvalls. Hoy en día, sin embargo, están abiertos al público, aunque para preservar su naturaleza únicamente dejan entrar a unas 750 personas al mismo tiempo. Estos jardines son bastante peculiares, ya que justo en el centro se encuentra un laberinto de cipreses en donde es muy fácil perderse (sólo falta Jack Nickolson persiguiéndonos entre ellos). Dicen que el truco para no perderse es virar siempre a la derecha... pero sigue siendo complicado.

Sin embargo, éste no es el único encanto del parque, que está rodeado de esculturas de la Grecia Clásica, árboles, una cascada y el antiguo palacio de la familia. Los jardines en su totalidad cuentan con una extensión de 9,1 hectáreas, aunque sólo 750 metros forman parte del laberinto. Éste está dividido en dos partes: el neoclásico, que hace alusión al amor; y el romántico, que alude a la muerte. El laberinto, cuyo centro está ocupado por la escultura de Eros, se encuentra justo en el primero de ellos.

A su entrada, además, se encuentran dos templetes con las esculturas de Dánae y Artemis y el Pabellón de las Nueve Musas, lugar donde antiguamente la familia hacía sus recepciones o organizaba eventos sociales. En esta parte, también podemos visitar el canal romántico y, dentro de él, la Isla del amor. La cascada, sin embargo, forma parte del jardín romántico, igual que el cementerio medieval y la ermita del monje. A la entrada del parque podemos visitar el palacio de la familia y la Torre Sobirana, que es una antigua torre militar que se preservó antes de la reconstrucción del parque, en 1994.

El Parque del Laberinto es un lugar increíble para alejarse del bullicio de la ciudad. Sin duda, sus esculturas mitológicas, lagos con nenúfares, la cascada y sus madroños le otorgan un encanto especial que, si tienes tiempo, no deberías de dejar de visitar. La entrada a los jardines cuesta unos dos euros, a excepción de las personas mayores o los niños, que entran gratis. Normalmente, los miércoles y domingos, la entrada también es gratuita para todos. Para ir hasta allí, lo mejor es ir en metro hasta Mundet y de ahí ir andando hasta el parque.


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