Me encanta eso de ir haciendo zapping por la tele, encontrarte una película rara o malísima para morirse, y quedarse a verla. Ya empieza a ser tradición para mí y para cierta persona. La última vez que me dediqué a esto, esa persona y yo nos encontramos con Party Monster. Bueno, nos encontramos con Macaulay Culkin en pantalla, con pinta de gayer. La televisión nos informaba de que era una película de culto basada en hechos reales, y, que además, acababa de empezar. Planazo de domingo por la noche.Como estaba basada en hechos reales, concretamente, en la figura de Michael Alig, yo consulté en Wikipedia, porque ni idea de quién era ese tío. Si estáis como yo, pues Wikipedia es vuestra amiga. Pero resumiendo, es un tío que se hizo famoso en la noche de Nueva York por las fiestas que montaba con su Club Kids, dónde se reunía gente super alternativa y diferente; y que acaba drogándose y metido en líos bastante gordos.Y menos mal que miré Wikipedia. Porque la verdad, el hilo narrativo de la película es...especial. Que en una escena está Macaulay Culkin con una fiesta a la que van tres personas, y a los dos minutos ya es super famoso y sus fiestas son las más guays de Nueva York. Macaulay Culkin odia a la droga. 3 minutos después, ya es un yonqui. Y así todo. La película está rodada de esa manera que parece decir a gritos: hey, esto es cine de autor, estoy haciendo algo único, guay, cómo molo. Y parece que todo el presupuesto haya sigo gastado en contratar a las personas que aparecen en ella y en los trajes que se ven en la cinta.La verdad es que uno de los entretenimientos de Party Monster es empezar a reconocer a todos los que salen: que si Seth Green, que si mira a esa tía que me suena mucho y luego resulta que ha hecho mil películas (como Kids), que si el jefe de Macaulay es el padre de American Horror Story, que si sale Fed de Aquellos maravillosos 70 (ya sabemos cómo Macaulay conoció a Mila Kunis para después estar juntos), que si el tío Jesse de Padres Forzosos hace de presentador de televisión... ¡si hasta sale Marilyn Manson! Haciendo de Christina. Sobre los trajes que aparecen en la película, otra cosa no, pero originales son. Que yo no me los pondría para salir por la calle, pero oye. Que para lo que ellos los quieren, están muy bien. Google Imágenes me reveló que el vestuario está basado en la realidad, lo que ya no sé es cuánto hay de creación propia y cuánto del verdadero Michael Alig y amigos. Vamos, que si a Lady GaGa se atreven a llamarla artista por ponerse las dos cosas más cutres y horteras que encuentra, los de esta película se merecen su propio museo. Le dan mil vueltas. Pero todavía hay quien se cree que la GaGa es super innovadora y transgresora. Pero eso es otra historia.Volviendo a Party Monster, pues bueno, vamos recorriendo un poco la vida de Michael Alig, aunque ya digo que con saltos temporales para mí bastante mal llevados. Fiesta, mariconeo, trajes de reinas de carnaval, drogas e idas de pinza. Entonces,¿cuál sería mi valoración final? Pues me cuesta aclararme. Me pareció una chorrada y una película mala, pero increíblemente entretenida. Seguramente la compañía tuvo algo que ver, estoy convencida de que si la hubiera visto sola, tendría sensaciones diferentes.
Por otro lado, me reí bastante (aunque no porque la película me pareciera graciosa, me hacía gracia, que no es lo mismo), y Macaulay Culkin amanerado se ha ganado un lugar en mi corazón. Como, extrañamente, se lo ha ganado la película. No me gustó, pero...le he cogido cariño. Por supuesto, esta entrada dedicada a esa persona, que está igual que yo: le dio un 3 en Filmaffinity, pero si le regalara el DVD (que sólo encuentro en Amazon) sería la persona más feliz del mundo.