Llevo dos años pensando en un especial para esta fecha señalada, 31 de octubre, noche de Halloween, el día de las brujas y el terror. ¿Tal vez una selección temática de novelas sobre criaturas terroríficas? ¿Una reflexión sobre aquellos libros que me han asustado más? No, nada de eso. Si nunca he podido escribir una entrada sobre este tema es porque no me gusta pasar miedo mientras leo.
Si tengo que sobresaltarme, que sea porque estoy tan implicada en la lectura que me asusta lo que pueda ocurrirle al protagonista, no porque de golpe aparezca una criatura diabólica o se ponga en marcha el viejo tren del terror. No quiero novelas que me obliguen a dormir con la luz encendida; quiero obras que me hagan disfrutar como a mí me gusta, que me provoquen sensaciones de apasionamiento, sufrimiento, abatimiento y mucho más, pero no el pánico de asustarme por una sombra extraña. Cuestión de gustos y de carácter, supongo.
Por lo tanto, como en el blog hablo de lo que he leído y me resulta imposible redactar un especial en condiciones sobre el día de hoy, este tercer año he optado por sincerarme, y lo hago con una finalidad: la de conocer vuestra perspectiva al respecto. Os animo a comentar si vosotros sois aficionados al terror o si, como yo, no os gusta experimentar esta sensación durante la lectura. Seguro que podemos tener un intercambio interesante, como siempre.