Revista Viajes

Pascal en el Museo Henri-Lecoq de Clermont

Por Angelrequena

Pascalina

La omnipresencia de Blas Pascal en su ciudad natal, Clermont-Ferrand, tiene su culminación en el Henri-Lecoq, un museo de historia natural que para honra de la ciudad abrió las puertas en 1822.

Aparte de una de las pascalinas originales, la sumadora mecánica inventada por el precoz Pascal cuando apenas era un mozalbete, también podemos seguir la obra científica y matemática del sabio que se retiró muy joven para dedicarse al misticismo.

El funcionamiento de la pascalina se explica admirablemente con dispositivos mecánicos y digitales. El Triángulo de Pascal/Tartaglia (ya conocido por árabes e hindúes) ocupa el lugar que le corresponde. Un panel nos muestra su carácter fractal, algo que pasó desapercibido a Enzensberger en el maravilloso El diablo de los números.

Triángulo Pascal

Clermont-Ferrand vive bajo la sombra del volcán Puy de Dôme: Pascal se subió a su cumbre para su experiencia hidrostática de que el aire pesa.

El museo alberga también restos de los gabinetes de Lavoisier y Pasteur, y una colección de minerales con coloristas poliedros.

 

Poliedros minerales


Pascal en el Museo Henri-Lecoq de Clermont

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