Vamos con la veinteava entrega de la sección "Pasen y lean"...¡Qué alegría! Se dice pronto, pero 20 por unos 4 libros que suelo reseñar en cada una...son muchas lecturas. Os cuento hoy sobre las últimas, variadas como es costumbre en mi...
¡Vamos al lío!
1. La sal de la vida, de Anna Gavalda
Menudo chasco me he llevado con este libro, menos mal que es corto. Resulta que vi en la biblioteca otro de esta autora, "El consuelo", más conocida y también bastante más larga y pensé "
Voy a llevarme este pequeñito, y si me gusta el estilo, me animo con los demás".
Cuando además, leí la contraportada del que veis, me motivé mucho porque estaba llena de entrecomillados de críticas literarias que lo habían puesto por las nubes...os las copio:
"Un adorable relato, increíblemente vital, deliciosamente lúdico". LIRE
"Una pequeña joya, un agridulce placer en honor a los lazos que unen a los hermanos" RTL
"Una pequeña lección de vida" LE FIGARO LITTÉRAIRE.
Pues bien,
mucha propaganda y pocas nueces. Me ha parecido
una ñoñería bastante infantil, apenas hay historia, todo es muy absurdo y los protagonistas (treintañeros) se comportan como adolescentes. Además,
hay varios prejuicios de tamaño colosal que hasta me hicieron enfadarme en lugar de disfrutar con la lectura:
"...las mujeres bailaban alrededor de la lumbre. La mayoría eran gordas y tenían mal tipo, pero cuando se movían, todo a su alrededor ondulaba".
"La seguía un tipo un pelín pesado (es decir, grande, gordo y bastante peludo) empeñado en volver a sacarla a bailar".
Vamos, lo dicho: una decepción. Desde luego, no me quedo con ganas de leer más de esta señora.
Si esto es la sal, a mí dámelo soso.
2. Los besos en el pan, de Almudena Grandes.
Con este libro
pasó como dice la canción, “me lo dijeron mil veces” – que lo leyera, claro –
entre otras personas, mi madre, que es muy fan de Almudena. Y efectivamente, me
ha gustado mucho.
Influenciada por
los últimos libros con temática referente a la Guerra Civil española, me
sorprendió que este fuera sobre la crisis. Nos va contando retazos de vida de
diferentes vecinos de un mismo barrio y la verdad es que a la prosa sencilla y
bonita de la autora se añade el enfoque tan tierno de las relaciones humanas
que nos da.
Me ha encantado y
lo recomiendo muchísimo.
3. Un cuento perfecto, de Elisabet Benavent.
Con Elisabet
Benavent me pasa como me pasó con “Pesadilla en la cocina”. Sí, sé que la
comparación es rara, pero ahora me explico y estoy convencida de que lo
entenderéis.
El citado
programa, como otros famosos de la televisión, tiene una fórmula repetitiva que
lo hace siempre muy previsible (Chicote llega, protesta por el menú, protesta por
la limpieza, aconseja, los dueños dan comidas y fallan, hace coaching y todo al
final sale bien). Pues bien, con los libros de Beta Coqueta pasa igual. Cambia
el escenario y cambian los personajes, pero la fórmula es siempre igual. Y aún
así, me entretienen.
No pasa de ahí,
no es un libro que te haga pensar…pero se hace ligero y ameno. Para intercalar
entre otras lecturas, ni tan mal. Eso sí, esta autora comenzó con literatura
erótica y bajo mi perspectiva, aunque sigue describiendo escenas eróticas, sus
últimas novelas son más bien románticas que otra cosa.
4. La almendra, de Nedjma.
Finalmente, ahora
sí, os dejo con una novela erótica con altísima carga sexual. Su subtitulo, “Memorias
eróticas de una mujer árabe”, nos da muchas pistas de su argumento. Nos relata
las vivencias sexuales de Badra desde su despertar, casi siendo una niña, a su
madurez.
Me ha gustado
mucho por diferentes motivos: da una imagen diferente de las mujeres árabes de
la que tenemos – prejuiciosamente – en nuestra cultura, relata las escenas
eróticas con sensualidad pero también un punto algo crudo y juega con los
tiempos (la autora recuerda el pasado entre capítulos del presente).
Me parece un
libro diferente, que merece la pena leer.
Como veis, este
mes ha sido una vez más, bastante variado a nivel lector.
¿Qué libro has
acabado tú?¡Besos!