MODERNISMO DE BARRIOS ALTOS | ¿Qué hubiese sido de la Barcelona actual si no hubiese existido Antoni Gaudí? Esa es una pregunta que muchos nos hacemos viendo cómo las obras del arquitecto reusense han hecho que Barcelona alcance fama mundial.
El viaducto que hay frente a la Torre Bellesguard guarda algún que otro secreto familiar, que algún dará para escribir un nuevo post
No obstante, los que ya tenemos una edad y podemos viajar en el tiempo de nuestra memoria hasta los años 70, no nos costará recordar como se podía pasar por Passeig de Gràcia sin pararse a admirar la Casa Milà, con una fachada completamente ennegrecida por la contaminación, o demostrar el más mínimo interés por desplazarse hasta las cuatro torres de la “catedral inconclusa” (léase basílica de la Sagrada Familia), si es que no vivías cerca de allí, y a pesar de que las diferentes propuestas de “promoción turística ” ya la habían elegido como uno de los símbolos de Barcelona.
Pero en el 1992 todo dio un giro de 360º. Los JJOO abrieron Barcelona al mar y al mundo, y tuvieron que venir de fuera para enseñarnos a los barceloneses y a las barcelonesas a saber valorar qué joyas teníamos repartidas por la ciudad. Evidentemente, el modernismo fue una de esas joyas, especialmente el modernismo gaudiniano.
Aunque también empezamos a descubrir que no solo Gaudí había dejado su huella arquitectónica en la ciudad, y que había una larga lista de edificios con sello de autor repartidos por diferentes partes de la ciudad. Edificios particulares, recintos industriales y centros de culto, entre otros arquitectos anteriores y posteriores a Gaudí. Algunos de ellos tan emblemáticos que incluso habían dejado su huella en edificios tan famosos como la Central Station de NYC… Pero eso ya es tema de un futuro post.
Hoy vamos proponeros un breve paseo virtual por algunos edificios modernistas situados en tres distritos de la parte alta de la ciudad, limítrofes con Collserola, que no está nada mal recordarlos ahora que el confinamiento y la pandemia ha puesto tan de moda redescubrir Barcelona, y que pueden servir de excusa para organizar algún paseo temático para ir a recorrer esa parte de la ciudad.
En Sarrià
La Casa Sastre i Marqués
Fachada principal de la casa Sastre i Marqués
Es un edificio de Josep Puig i Cadafalch construido en el año 1905, y lleva el nombre de su propietario, el Dr. Sastre y Marqués. El farmacéutico, que procedía de una familia burguesa de Ciutat Vella, fue el inventor de un popular azúcar medicamentoso, usado como desinfectante intestinal infantil, que llegó a ser muy apreciado en la Barcelona de principios del siglo XX.
La casa llama especialmente la atención por la pequeña glorieta que hay en el extremo del jardín, y que actualmente está lindando con la esquina de las calles limítrofes, desde donde se puede contemplar fácilmente.
Os recomendamos nuestro el post Dos jardines con nombre de mujer y otras curiosidades, en el que ya hicimos una primera mención a este curioso edificio que todavía luce todo su esplendor en la parte histórica de Sarrià.
La Torre Amat
Fachada posterior y jardín romántico de la Torre Amat
Este encantador palacete modernista se construyó en 1878 por encargo del marqués de Foronda, fundador de los ferrocarriles de Barcelona y director de la Exposición Internacional de 1929 y en la que, como curiosidad, residió durante un tiempo uno de los mitos blaugranas como fue Ladislau Kubala.
Está declarada patrimonio histórico, y está en una de las calles más “chic” de Sarrià, como es la calle Duquessa de Orleans, también conocida como “el carrer dels senyors” tal y como explica Carlos Romaní en el libro que le dedicó y publicó en el 2019.
El interior de la casa destaca por sus suelos hidráulicos y las cerámicas que recubren las paredes, aunque su mayor encanto es el jardín romántico que tiene en la parte posterior.
Interior de la Torre Amat con vistas al jardín
Os recomendamos nuestro el post: Historia de una duquesa que dio nombre a una calle da Barcelona.
En Sant Gervasi de Cassoles
La Casa Muley Afid
Fachada de la Casa Muley Afid vista desde el passeig de la Bonanova
Obra de Josep Puig i Cadafalch, es de 1914 y está situada en pleno passeig de la Bonanova.
Se construyó a petición del gobierno francés para convertirse en la residencia en el exilio de Abdelhafid, más conocido como Muley Afid. En la actualidad es la sede del consulado de los Estados Unidos Mexicanos en Barcelona.
La casa está repleta de interesantes historias que podéis leer en el post: México, Marruecos y Barcelona en la Casa Muley Afid.
Santa Maria de Valldonzella
Vista parcial del claustro del Monasterio de Valldonzella
Aunque no debe sorprender encontrarte con un reciento religioso en esa parte de Barcelona, el monasterio de Santa Maria de Valldonzella es especialmente interesante por la espectacularidad de su construcción. Además desde la calle, junto a la puerta de acceso, te sorprenderá la espectacular vista panorámica que hay hacia el mar, dadas las características de la calle del Císter. Unas parnorámicas de esas de las que os explicamos en nuestro anterior post Panorámicas desde nuestro particular mirador de Barcelona.
El edificio se construyó entre 1911 y 1922, y es obra de Bernardí Martorell. De estilo modernista neogótico, destaca por la vistosidad de los ladrillos vistos en toda su estructura, tanto interior como exterior.
Santa Maria de Valldonzella es un monasterio femenino de la Orden del Cister, que se fundó en el siglo XIII en un lugar conocido como la Torre de Santa Margarida, que aún se conserva. Ese valle de Collserola, que linda con Sant Feliu de Llobregat, se conocía como Valldonzella.
Dado lo aislado del lugar en que se encontraba el monasterio y para asegurar su seguridad, la congregación cambió diferentes veces de lugar antes de trasladarse de manera definitiva al monasterio actual. [Ver Santa Maria de Valldonzella a Monestirs de Catalunya]
En Gràcia
Reial Santuari de Sant Josep de la Muntanya
Fachada principal del Santuari de Sant Josep de la Muntanya
Este edificio de 1902 está situado en el barrio de la Salut de Gràcia. Es obra de Francesc Berenguer, colaborador de Antoni Gaudí, aunque con la firma del arquitecto municipal de Gràcia, dado que el por aquel entonces no disponía de título oficial. El estilo más que modernista es neorománico, propio de finales del XIX, pero su espectacularidad y su ubicación nos lleva a incluirlo en este post.
Está formado por tres edificios alineados y perfectamente identificables frontalmente: el convento, la iglesia y la capilla. Y como curiosidad, añadir que es el único templo de Barcelona con sala para exvotos. ¡Sí! Como la que hay en el Monasteri de Montserrat.
Si decidís pasear tranquilamente desde la plaça Lesseps/Travessera de Dalt hasta el Park Güell/Carmel, observando el entorno, no dudéis de incluirlo en la ruta. A lo largo del paseo iréis descubriendo algún que otro edificio también curioso.
Vistas panorámicas desde el Santuari de Sant Josep de la Muntanya
La Casa Gustà
Esquina de la Casa Gustà entre carrer Ca l’Alegre de Dalt y carrer Balcells
Y nuestra última mención es para un edificio modernista de tipo neogótico, considerado la construcción más antigua que se conserva en el barri de Camp d’en Grassot i Gràcia Nova.
Se trata de la vivienda familiar de Jaume Gustà i Bondia, que construyó en 1910, y que destaca por la variedad de elementos decorativos relacionados con las artes plásticas que tiene en su fachada. Rejas, vitrales, trencadís y esgrafiados, principalmente.
Acceso a la Casa Gustà desde el patio interior
En 1911, la casa obtuvo una de las tres menciones del concurso anual de edificios artísticos, del Ajuntament de Barcelona, destacando especialmente las “soluciones sanitarias y las magníficas vistas sobre la ciudad”. De hecho, Gustà fue uno de los arquitectos pioneros que apostaron por el impulso del higienismo en sus construcciones, tales como la mejora del sistema de cloacas y la sustitución de la comuna (exterior y de madera) por el “water close” inglés (interior y de porcelana).
Y de vuelta a Antoni Gaudí
Y para finalizar, y como es perceptivo, no podíamos dejar de incluir en este breve listado alguna de las obras más emblemáticas que Gaudí nos dejó también por esa parte de la ciudad.
Vista de la Torre Bellesguard desde los restos de la muralla medieval
Podríamos incluir la Torre Bellesguard, la Casa Vicens, o el Park Güell (suficientemente conocidas actualmente) o, incluso las diferentes obras que hay repartidas alrededor del Palau de Pedralbes, pero hemos optado por incluir otro espacio gaudiniano, algo menos popular… o eso creemos.
El col·legi de les Teresianes
La austeridad de la orden religiosa y el carácter devoto de Gaudí llevaron a Enric d’Ossó, fundador de la Companyia de Santa Teresa de Jesús, a encargarle la continuación de la construcción del edificio, que ya había iniciado Joan Baptista Pons i Trabal.
Vista del col·legi de les Teresianes desde el carrer Ganduxer, que les da nombre
Con su intervención en la finalización del edificio, Gaudí demostró que la imaginación es el complemento ideal a la falta de medios económicos. El resultado es un espectacular edificio de obra vista, con un interior austero, pero totalmente funcional, gracias a los corredores, los arcos parabólicos, las columnas y los juegos de luces por todo el edificio. Uno de los edificios más espectaculares de esa zona de Barcelona. ¿No crees?
Fachada lateral del col·legi de les Teresianes de Ganduxer
También os puede interesar:
Modernismo