Es imposible que seamos siempre los mismos, pues el paso de los años y las vivencias que acumulamos nos van forjando como personas. Aprendemos cosas nuevas, a ver la vida de otra forma y, por supuesto, adquirimos hábitos y aficiones que tiempo atrás nunca tuvimos. Pero también vamos dejando muchas cosas atrás sobre todo porque ya no nos llenan, no nos dicen nada ni nos hacen sentir nada especial. En lo relativo a los videojuegos quiero hoy contaros varios ejemplos de esto último...
Comenzaré con algo que, si bien nació hace mucho, sigue muy vivo a día de hoy. Me refiero a "Dragon Ball" y a todo lo que tiene que ver con esta obra creada por Akira Toriyama allá por los lejanos años 80 y que vive ahora una segunda edad dorada gracias a la finalmente buena acogida (porque fue y con razón bastante mala al principio debido especialmente a la escasa calidad del dibujo) de la saga "Super" y a la salida del que ya se considera el mejor juego de lucha basado en su universo, "Dragon Ball FighterZ".
De niño fui muy fan de "Dragon Ball". No sé si algunos de vosotros habrá conocido esto que voy a decir pero, para que os hagáis una idea del grado de apego que hacia Goku y compañía teníamos los de mi época, era una práctica habitual en el colegio y entre los amigos el compartir e intercambiar fotocopias de diversas ilustraciones o viñetas del manga como si fueran cromos. Yo llegué a tener varias carpetas llenas de este material además de otros objetos como figuras, postales, tomos originales en japonés y, por supuesto, el propio manga y algunas de las primeras películas en VHS que se editaron aquí, que son lo único que conservo. También tuve el único juego que salió en Mega Drive, "Dragon Ball Z: L' Appel du Destin", al cual le eché muchas horas y sigo ahora jugando ocasionalmente vía emulación con la esperanza de recuperarlo algún día.
Pero, como tantas otras cosas, llegó un día en el que dejó de ilusionarme y, en consecuencia, perdí el hilo. Sin embargo, llevo ya un tiempo visionando pequeños vídeos del anime en YouTube que si bien no han despertado en mí las ganas de tragarme todo aquello que se me pasó de la historia, saga "Super" incluida, sí han conseguido al menos que me interese por el juego de Arc System Works antes mencionado, el cual es posible que caiga en el futuro si baja un poco de precio...
Algo muy parecido me pasa con los coches y el fútbol. Ya no soy un seguidor de ninguna de las dos disciplinas deportivas en sus diversas variantes aunque lo fui durante un tiempo, no muy largo eso sí en lo que se refiere al "deporte rey". El caso es que, además de por otros factores, la progresiva "estandarización" de los simuladores hizo que poco a poco menguara mi afición hasta el punto que dejé por completo de seguir ambos mundos. Ahora, no obstante, la reciente compra del "Horizon Chase Turbo" parece haber despertado en mí esa afición no solo por las carreras sino por los propios coches, afición que llevaba dormida ya muchos años. En cuanto al fútbol han sido otros los motivos que me han llevado de nuevo a jugar a un juego "serio", en este caso al último "Pro Evolution Soccer" y que me han hecho plantearme incluso volver a seguir el mundial, si bien esto último no lo tengo todavía muy claro porque hay cosas, como la absoluta falta de imparcialidad en las retransmisiones, que me superan.
El caso es que, de alguna forma, una parte de mi antiguo ser parece querer volver a la vida. Está en mi mano el dejar que lo haga o hacer que siga enterrada, oculta en lo más profundo de mi mente. No es algo que vaya a liberar de repente porque no creo que sea buena idea que los cambios se produzcan de una manera brusca, a lo bestia. Pienso que es mejor ir despacio y dejar que fluya suavemente y de manera continuada para así volver a acostumbrarme. De momento, lo positivo de todo esto es que me siento más animado y con ganas de hacer cosas que, hasta no hace mucho, evitaba o ni siquiera pensaba en ellas...
Podría mencionar alguna cosa acerca de cómo estoy asumiendo el panorama general de la industria pero creo que lo dejaré para más adelante. Solo espero que, como siempre, estas experiencias sirvan, además de para hacer autocrítica, para que me conozcáis un poco mejor. Ya solo me resta daros las gracias por haber seguido ahí a pesar de mis recientes baches. Saludos y hasta el próximo artículo.