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Passarella, el monarca

Publicado el 11 noviembre 2010 por Marianofusco

Passarella, el monarca

En pleno caos futbolístico y con serias dificultades institucionales, el presidente de River no habla. No hay explicaciones para los hinchas ni para los socios por parte del hombre que eligieron para intentar salvar al club después de la devastación causada por el Aguilarato. Cuando necesitaba votos en plena campaña política, ahí si visitaba a los programas de radio, televisión y concedía entrevistas varias. Hoy está en modo mute permanente.

Por aquellos días, su slogan era basta de jugadores falopa como refuerzos, cortar de una vez con los acuerdos leoninos con los grupos empresarios y una auditoría impiadosa que revelaría todas las irregularidades de la era Aguilar. Hasta llegó a coquetear, en esos tiempos de proselitismo, con Ramón Díaz, ilusionando al hincha con que el riojano podría ser el próximo entrenador. Hasta el momento, hay puntos suspensivos en todas esas promesas. Jugadores como Arano, Ballón, Canales, Juan Manuel Díaz… La mayoría de las incorporaciones no parecen de primer nivel, como anunciaba el ex defensor. La auditoría llegará a cumplir casi un año, todavía no hay novedades, aunque hay rumores que señalan que Aguilar podrá seguir durmiendo tranquilo. Apenas despidió a Astrada, tenía la opción de contratar a un Ramón Díaz libre de compromisos, pero fue directo por Cappa, dejando de lado al riojano. La llegada de Rojas, al igual que la de Román -3 millones de dólares es el precio que se pagó por este defensor-, fue propiciada por uno de esos grupos empresarios que supuestamente se quería erradicar.

Uno de los problemas principales de Passarella, parece ser un estilo monarca para gobernar River. Pocos tienen voz con fuerza y la última palabra, sí o sí, pasa por el Káiser. Qué mejor manera de ejemplificarlo que cuando hubo que elegir al sucesor de Astrada: la votación tuvo 10 votos en favor de Ramón Díaz y 2 para Cappa, por elección de Passarella y su vice Turnes. El campeón del mundo, pese a la abrumadora mayoría, les dijo que quería ser él quien eligiera al primer entrenador de su mandato. A muchos ya les empieza a molestar esta manera unipersonal de manejo que tiene.

Cuando definieron que sería Gallego el nuevo DT, él les dijo que no movieran un dedo, ya que él mismo se encargaría de llevar a cabo las gestiones con su ex ayudante, con quien la relación tiene algunos deterioros. Gallego esperaba el llamado de Passarella, pero en vez de eso se encontró con que uno de los allegados del Káiser contacto a su abogado; ni siquiera a él. La respuesta del Tolo fue que solamente negociaría si su antiguo amigo se encargaba de ponerse en contacto con él.

Passarella no lo llamará, a menos que tenga que apagar un incendio post Boca. No tiene interés en que sea el nuevo entrenador y sabe que con ese proceder que eligió lo dejaría expuesto como que es el propio Gallego el que no quiere volver a River. Es calculador, Daniel Alberto. Sabe qué teclas tocar.

Maneja todo él, no quiere ayuda. El club anunciará un déficit de casi 80 millones de pesos, el récord histórico del fútbol argentino. Tienen pérdidas mensuales de 1 millón de dólares. Está a la espera de poder sacar el fideicomiso para conseguir billetes. Cuando asumió, Caselli le ofreció ayuda financiera, puso a disposición jugadores que tenía cerrados en caso de ganar él las elecciones, como Cvitanich. Passarella no quiso. Ahora con JJ López, dicen que intentaría filtrar sus opiniones para incluso tener injerencia en la parte futbolística del equipo. Quiere hacer todo. Presidir la institución, manejar el equipo, conducir la Reserva, controlar las Inferiores, colocar las banderas en las tribunas, orquestar los cantitos de la hinchada, atender las boleterías, acomodar los autos en el estacionamiento y facturar en la caja de la confitería del club.


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