He visto Passengers y mi conclusión es que es tan mala, tan mala que se vuelve buena. Sé que es una conclusión que sugiere que estaba borracha o dormida o inconsciente o que no tengo ni idea. A mí también me sorprende esta conclusión tan meta pero es así.
Voy a destripar la película pero en un raro giro de los acontecimientos prometo que conocer el argumento no importa un pimiento para pasarlo en grande con esta película.
Vamos a ello. Tenemos una nave enorme con pinta de sacacorchos viajando por el espacio. Inciso.- ¿sabéis que los patos tienen el pene como un sacacorchos y cuando encuentran pareja entran a rosca? Yo sí lo sé y quería compartir esta información tan perturbadora con todo el mundo. - Fin del inciso.
El sacacorchos va por el espacio tan campante y feliz cuando, de manera absolutamente inesperada, se encuentra con una lluvia de rocas gigantes. Por supuesto el sacacorchos volador tiene un campo transparente muy chulo para que reboten pero, también muy sorprendenmente, llega un pedrolo demasiado grande que básicamente le hace a la nave un "explota, explota que tu culo explota". Pero poco, solo la puntita, lo justo para que el espectador en el minuto 1 ya sepa qué va a ocurrir.
¿Qué hay dentro del sacacorchos gigante? Pues el interior es un cruce entre la nave de los gordos de Wall E y Cocoon. En una cápsula muy aséptica y vestido con unos calzoncillos muy antilujuria se despierta Jim. (DiCaprio en Titanic era Jack , lo digo por si alguien sospecha que la historia tiene algo que ver con lo de siempre. Jack, Jim, es lo mismo)
Jim (Chris Prat) es un hombre que en teoría debería ser guapo, atractivo y provocar pensamientos lujuriosos pero que en la práctica te deja tan fría como una caja de mantecados rancios. Es un tipo intrascendente, un sosainas con fachada.
Jim se despierta y pone cara primero de susto, luego de sorpresa, luego de idiota y luego de cierta preocupación. Todo esto el espectador se lo imagina porque Pratt frunce y desfrunce el ceño sucesivamente, gesto que pasa por ser su único recurso interpretativo.
Cuando el espectador ya se ha fumado tres puros, Jim se da cuenta de que "a lo mejor" algo va mal porque no ve ni un alma paseando por el sacacorchos. Le da un ataquito de histeria y se pone a correr sin ton ni son hasta que "casualmente" llega a un bar en el que hay un tipo lavando vasos. El espectador desea con muchísima fuerza poder beberse todo lo que hay en el bar mientras Jim se cae del guindo y se da cuenta de que el barman es un androide, cosa que el espectador que tiene conexiones neuronales sabe desde el primer momento.
El pobre Jim entonces se desespera más y hace "cosas". Recorre la nave, intenta entrar en la sala de control del sacacorchos, llevando un cinturón de herramientas bastante sexy debo decir, lee manuales y más cosas que no recuerdo. El robot, que se llama Arthur y en el tercer plano ya está harto de escuchar a Jim lamentarse, se saca de la manga un poco de filosofía a lo Coelho y le dice: chaval, disfruta la vida en el sacacorchos y no sufras.
Dicho y hecho. Jimdeja su camarote de tercera clase, fuerza la puerta de una suite y empieza a darse la vida padre. Juega al basket virtualmente, juega al Just Dance, ve pelis... y se deja una barba a lo Tom Hanks en Náufrago. Un día, en un nuevo rulo por el sacacorchos ve una puerta que no había visto y dentro hay un par de trajes espaciales. No uno, ni media docena ni 300, solo dos. Los mira, los roza, los toca y se pone uno. Y con ese traje sale a darse un paseito por las afueras del sacacorchos. A mí esta parte de la peli me retrotrajo a mis 11 años y los orígenes de mi angustia cósmica. No me mola salir ahí a flotar en algo negro y oscuro y solitario. Que sí, que lleva cable pero ¿y si el cable se rompe en un giro totalmente inesperado de la trama? Pues eso, que no me mola. Por supuesto a Jim no se le rompe nada porque entonces se acabaría la película. Ahora que lo pienso, eso sí que sería inesperado.
Sigamos. Jim se desespera y tal y Pascual y se da un rulo por las cápsulas con gente durmiendo en ropa interior poco sexy. De entre las 5.000 cápsulas, CASUALMENTE, se queda mirando a Aurora. Por si alguien no ha tenido infancia me gustaría señalar que Aurora se llama La Bella Durmiente. EJEM. Tocando unas teclitas aquí y allá y skalteando unos cuantos archivos, Jim se entera de toda la vida de Aurora, que resulta ser escritora, cool, con sentido del humor, interesante, inteligente y además, es Jennifer Lawrence y, claro, el bueno deJim se enamora.
Jim frunce el ceño, lo desfrunce, lo frunce otra vez, lo frunce hasta casi tocarse la nariz y con esto suponemos que está teniendo o bien retortijones incontrolables o dudas morales sobre si despertar o no a Aurora.
El espectador se fuma otros 3 puros porque sabe de sobra que Jim va a hacer de príncipe y despertara a Aurora.
La despierta. La mira. Corre para que ella no le vea. Ella pulula por la nave. Se encuentran casualmente. A ella le da un ataquito de histeria cuando se entera de que se ha despertado antes de tiempo. Hace las mismas cosas que Jim antes pero sin cinturon de herramientas sexy y al final va donde Arthur y decide que va a jugar al basket virtualmente y ver pelis y jugar al Just Dance. Aurora también nada con un bañador absurdo de rejilla. El espectador se pregunta si el bueno de Jimno sabe nadar o es que no había sido tan concienzudo en sus paseos por el sacacorchos y la piscina le había pasado desapercibida. O, a lo mejor, Prat se negó a llevar un bañador de rejilla, que también puede ser.
Al grano que esto está quedando largo. De manera absolutamente inesperada y sorprendente, Jim y Aurora, se enamoran, chuscan y juegan a la pareja feliz. La escasa química que hay entre ellos hace que el espectador añore ver patos fornicando pero no hay suerte. El espectador tiene que asistir a conversaciones de profundidad insondable:
—Dime Jim, ¿por qué te querías ir de la Tierra a establecerte en una colonia espacial?—Porque en la tierra ya no arreglamos nada, solo lo sustituimos. Yo quiero arreglar cosas.
Ole ahí, Many Manitas.
—¿Y tú Aurora? ¿Por qué dejas tu vida guay para irte de excursión espacial?—Mi padre era guay, era escritor, decía cosas inteligentes y, de repente, se murió y yo quiero escribir cosas y que me lean y...
Ole ahí brasitas con ínfulas.
Todo va bien durante medio minuto de película pero entonces llega Arthur, el robot camarero, y de manera casual y absurda (como toda la película) le dice a Aurora: ¡qué bien que Jack te despertó!
En otro sorprendente giro de los acontecimientos Aurora no se lo toma nada bien. De hecho, se coge un cabreo bastante considerable y llega hasta pegarle una paliza a Jim. Jim frunce el ceño.
Mientras andan enfurruñados evitándose en el sacacorchos, la nave empieza a fallar un poco más para que no te olvides del pedrusco del principio. Como es obvio que Aurora y Jim no se bastan por sí solos, de repente, se abre una puerta y aparece Lawrence Fishburne. ¿Por qué? ¿Cómo? Da igual, a quién le importa. A estas alturas de la película no vamos a ponernos pejigueros con los detalles de guión.
Fishburne aparece para tres cosas:
1.-Decirles que hay algo que no va bien, que de hecho algo va fatal en una sala enorme y que lo encuentren. 2.-Decirle a Aurora un par de perlas a lo Coelho que hagan que ella se desenfurruñe: "se estaba ahogando y cuando te estás ahogando te agarras a lo que sea, por eso te despertó".3.-Darles su pulserita de acceso premium a todo el sacacorchos y morirse.
A partir de la muerte del bueno de Fishburne la acción se dispara. El sacacorchos se apaga, ellos corren. El sacacorchos tiembla, ellos llegan a la sala enorme y en un plis plas encuentran el boquete del pedrusco y una sala en llamas que misteriosamente a ellos les parece inofensiva. Lo que tienen que arreglar no se arregla a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. ¡Mecachis! Jim va a tener que jugarse la vida desde fuera de la nave para poder salvar a Aurora y al sacacorchos. ¡Quién iba a sospecharlo!
Jim se juega la vida a lo James Bond y a lo James Bond parece que se muere pero es solo la puntita. Aurora es una heroína y lo salva y llora.
Se besan, ríen como pánfilos.
—Venga churri.- le dice Jack- que te duermo.—¿Y qué pasa contigo?—Aquí solo cabe uno.—Pero no volveré a verte.
Elipsis de 88 años. Se abre una puerta, aparece Andy García con barbota y hay un jardín exuberante dentro del sacacorchos.
Fin.
Id a ver Passengers, es fabulosa.
Nunca me agradeceréis lo suficiente haberos proporcionado la información sobre el pene de los patos.