Un 10 % Pulp, un 15 % The Left Banke, un 20 % Owen Pallett; un, digamos.. 25 % The Divine Comedy, y un algo más -un 30 %, casi es “un bastante”- Morrissey: el discazo que se ha marcado Meilyr Jones es generoso en conexiones sin renunciar a una singularísima personalidad, y aunque el tracklist definitivo deja fuera una de las mejores composiciones de su autor (la soberbia “All Is Equal In Love” con la que se estrenó por estas páginas, no hace demasiado), la colección conformada por esas doce pistas es tan espléndida como anticipaban los adelantos.
Espléndida y anacrónica: la música recogida en “2013“, el debut en solitario de Meilyr Jones, se supone que corresponde con las experiencias vitales de su autor justamente durante aquel año, pero ni siquiera parece pertenecer a este siglo o este mundo. Lo que quiero decir es que podemos tratar de entender las canciones como el curioso diario musical de un tipo que acaba de romper con su pareja y su grupo de siempre (unos tales Race Horses), y que decide superar tanta ruptura yéndose a pasar una temporada en Roma, y ni aún así nos acercaremos remotamente a la experiencia tan compleja (y rica) que debe ser pasar 365 días en la cabeza de Meilyr Jones. Como si se tratara de una de las obras de los artistas renacentistas que debió admirar en la ciudad italiana, su habilidad para la composición instrumental se multiplica en infinitas direcciones, y lo mismo firma inapelables piezas de pop (la propulsión cuasi northern-soul de “How to Recognise a Work Of Art” seguro que le gusta mucho a Stuart Murdoch) que se adentra en los arriesgados vericuetos de la tradición folk psicodélico de los 60 y 70.
Algo tiene que tener el agua de Gales (que se lo pregunten a Gruff Rhys o Euros Child), que nada de lo que sale de allí es sencillo o convencional. La hermosa complejidad de las canciones no es obstáculo para las melodías imborrables o las letras prodigiosas (las estrofas de “Featured Artist” ofrecen una sofisticación compositiva y un sentido del humor que sólo creíamos posible en Neil Hannon, y qué decir de versos como los que se escuchan en la grandiosa “Return To Life“: “Wavy hair like Byron / Big nose, Berlioz / He was tall and thin / Nothing troubling him / And what he said / I feel / For stars to shine takes loving and time”, o “Featured Artist” : “I am this week’s featured artist / I’m the face of the Observer’s free magazine”). En un guión absolutamente imprevisible, a los arrebatos orquestales suceden números de gran delicadeza e intimidad (los focos iluminando apenas el piano de “Refugees“), o (“Rain In Rome“) delicadas miniaturas de lluvia y autotune. Arreglos de saxo, clarinete, arpa y (de esto hay un buen montón) clavicordio aparecen en el lugar menos esperado, confiriendo al conjunto un aire enormemente teatral (probablemente, no del gusto de todos los paladares) y revistiendo a su autor con los ropajes de un dandy excéntrico y genial, de esos que creíamos ya extinguidos.
Me cuesta elegir una canción de entre todas para destacarla aquí, la verdad… Veamos: “How to Recognise a Work Of Art” es sin duda la más inmediata del disco, la redonda canción que deberá entusiasmar a los aficionados a las maneras jarviscockerianas entre los que por supuesto me cuento, pero reconozco que tengo una cierta debilidad por “Passionate Friend” (probablemente la más Owen Pallett de todas): contrariamente a lo que suele ser habitual en el pop convencional, el marcado compás de sus estrofas se precipita al vacío al llegar el estribillo, en un espectacular golpe de efecto que remite de forma inevitable al sublime desmayo vocal de Mozz. Así que, sin que sirva de precedente, ahí va una de esas entradas dobles de las que no me gusta abusar, pero que en ciertas ocasiones son inevitables. Que estamos en vacaciones, oiga…
Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2013, 2016, Baroque Pop, Meilyr Jones, Moshi Moshi, Owen Pallett, The Divine ComedyEnlace permanenteDeja un comentario