Revista Arquitectura

Passivhaus, la alternativa a la construcción tradicional.

Por Arquirehab @arquirehab


Passivhaus, la alternativa a la construcción tradicional.
          El estandar Passivhaus o casa pasiva, se caracteriza por la cuantificación de parametros tales como el aislamiento, la estanqueidad y la renovación de aire, consiguiendo un importante ahorro energético y sostenibilidad en el marco de la construcción.
          Este concepto fue creado en mayo de 1988 por los profesores Bo Adamson de la Lund University, Suecia, yWolfgang Feist del Institut für Wohnen und Umwelt.
          Para cumplir los parámetros establecidos, se hace imprescindible un riguroso control de infiltraciones, así como de la calidad del aire y la incidencia de la luz solar, con el fin de optimizar el consumo destinado a climatización tanto en invierno como en verano, consiguiendo reducir el mismo hasta en un 70%. 
Passivhaus, la alternativa a la construcción tradicional.          El estándar Passivhaus se puede aplicar indistintamente a obras de nueva construcción, reformas y restauraciones, evitando el problema que suponen en la construcción al uso, las grandes perdidas energéticas a lo largo de la vida útil de la edificación
          Con este sistema constructivo, se puede llegar a ahorrar hasta un 90% de energía respecto a las construcciones previas al CTE (Codigo técnico de la edificación), y hasta un 75% respecto a las edificaciones realizadas ajustándose a los criterios establecidos en el CTE.
          El sistema Passivhaus hace aparición en España como alternativa clara al futuro de la construcción y la rehabilitación tradicional, pudiendo convertirse en una esperanza para la revitalización del sector de la construcción para los años venideros ya que con este tipo de construcción se antoja más sencillo el cumplimiento de la directiva europea relativa a eficiencia energética  y la consecución de mejor clasificación energética.

          Los principios básicos para dar cumplimiento al estándar Passivhaus están basados en los siguientes criterios:

  • Correcta orientación de la edificación. Grandes superficies acristaladas en fachadas expuestas a la luz solar para favorecer las ganancias solares en estaciones frías y protecciones solares de los huecos para mitigar el aumento de temperaturas en estaciones cálidas.
  • Envolvente continua de aislamiento que evite los puentes térmicos y maximice la inercia inercia térmica.
  • Los aislamientos serán adecuados para que se produzca una demanda máxima de energía útil para calefacción y refrigeración de 15 kWh/m2 año respectivamente.
  • Carpinterías de alta eficiencia energética, triple acristalamiento y marcos con rotura de puente térmico, con ganancias solares aproximadas del 50%.
  • Estanquidad de la envolvente exterior, no pudiéndose producir penetración de aire al interior.
  • La renovación de aire debe estar dotada de un recuperador de calor, obteniendo un 90% de la energía calorífica necesaria. El 10% de la demanda restante se produce con sistemas de captadores solares o con bomba de calor de alta eficiencia energética (bajo consumo). 

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