Me gusta ofrecer una entrada a todos los platos que elaboro y cómo no, que en la medida de lo posible guarde alguna relación bien sea con alguno de sus ingredientes, con la forma de elaborarlo o incluso con el resultado final. Hoy cayó en mis manos(caer, lo que se dice caer no, que lo cogí intencionadamente) un libro que me regalaron hace muchos años y que en su momento como que no le presté mucha atención. Volví a abrirlo y ¡mira tu por donde! me facilitó la tarea y me dio ideas para contarte algo a cerca de los ingredientes que lleva la preparación que te traigo. El libro en cuestión tiene un titulo de lo más sugerente: “Las recetas del amor con las delicias, virtudes, propiedades mágicas y recetas secretas para todo tipo de filtros de amor y afrodisíacos probados” como ves, largo, largo, largo. Estéticamente es bonito y se ata con una delicada cinta de raso, que parece quiere guardar a buen recaudo la preciada información que contiene. En una de sus páginas cuenta que las verduras predominan entre los alimentos considerados como “comidas lascivas”. Y que los primeros escritores de temas gastronómicos, confirmaron las propiedades afrodisiácas de guisantes, habas, rábanos, alcachofas, puerros y cebollas. J.J Wecker (1570-1657) sugería que:“ Si un hombre desea ser un soldado fuerte en el campo de Venus, ármese comiendo principalmente, raíces bulbosas, porque todas ellas provocan el placer sexual” También menciona específicamente la cebolla, el bulbo más consumido en todo el mundo. Los babilonios enseñaron a los egipcios que la cebolla era el símbolo de la perfección, y éstos, a su vez, la adoraron hasta el punto de no comerla. Los griegos percibieron que las cebollas “nublan los ojos y excitan las propensiones amatorias”, pero también que ni siquiera la cebolla “te servirá de nada si no tienes fuerza por ti mismo”. Y todo esto… para decirte que el plato de hoy lleva cebolla y puerro, que espero te guste y que si lo preparas lo disfrutes:
PASTEL DE MERLUZA DE CELEIRO CON PUERROS, CEBOLLA Y TOQUE DE ALMENDRA.Ingredientes (4 personas):500 grs de merluza limpia de piel y espinas.150 grs de leche evaporada.50 ml de nata.3 huevos.1 puerro (parte blanca y un poquitín de la verde).1 cebolla tierna (cebolleta grande).Pimienta blanca molida.3 c.s de aove y un poco más para untar el molde.Sal (opcional)Un puñadito de almendras laminadas.Mayonesa (la cantidad necesaria)Uvas negras para decorar.
Elaboración:En un bol que pueda ir al microondas, picamos muy pequeños el puerro y la cebolla los regamos con una cucharada de aove, tapamos el bol con papel film y cocemos a la máxima potencia 2 minutos (con esto aceleramos el proceso para el sofrito y utilizaremos menos aceite).En una sartén ponemos 2 c.s de aove y echamos a acabar de pochar la cebolla y el puerro unos 5 minutos a fuego bajo. Mientras se cocinan la cebolla y el puerro, desmenuzamos la merluza con los dedos procurando que no nos quede ninguna espina. Reservamos.En un bol batimos (no mucho) los huevos, los mezclamos con la leche evaporada y la nata y le añadimos la pimienta blanca, y la sal (opcional).A la mezcla de huevos le añadimos el pescado y el sofrito de la sartén, mezclando todo muy bien.Precalentamos el horno a 200º.Untamos un molde de cake antiadherente con aceite (o mantequilla) y echamos la mezcla.Ponemos agua muy, muy caliente en la bandeja del horno y colocamos el molde con el contenido del pastel de pescado. Tapamos con papel de aluminio (así no se dorará por encima, si lo quieres dorado… no le pongas el aluminio) y cocemos durante 30 minutos. Dejamos en el horno, ya apagado, unos 15 minutos más. Mientras en una sartén sin aceite ponemos a dorar las almendras, teniendo cuidado pues al estar laminadas enseguida “cogerán” color. Reservamos. Lavamos y retiramos las semillas de las uvas y dejamos a un lado para luego decorar el plato.Dejamos que el pastel se enfríe bien antes de desmoldar.
Desmoldamos, cubrimos todo con mayonesa (pero sin pasarnos) y le ponemos nuestras almendras laminadas y una uvas como decoración…