Empezamos la semana como más nos gusta, ¡comiendo! pero sin grandes artificios, una receta de esas fáciles que nos gusta hacer. Hoy toca pastel de patata y calabaza, sin fritangas, ni quemaduras, cocina para los más torpes de la casa.
Después de poner fin a un mini periodo vacacional y teniendo en cuenta que estamos a las puertas de la operación bikini estaremos pensando en de todo menos en comidas, es más posiblemente teniendo en cuenta los calores de hoy, un smoothie vendría genial. Porque sí, hoy en Bilbao ¡nos vamos a torrar!El caso es que no por ello vamos a dejar de cocinar rico rico...y con pocos esfuerzos, se acabó el miedo a la sartén, la receta de hoy hasta a mi tía le saldría bien.Me he inspirado en una receta que Robin Food hizo hace algunas semanas con Iban Yarza. El original debe de ser un pastel típico de la cocina de Noruega, o por ahí, y se utiliza como acompañamiento para otros platos. En la receta original usaron anchoa en salazón como ingrediente principal, si hago eso me sacan de casa. Yo lo he sustituido por calabaza, por lo que entre la calabaza y la patata me parece que sería un primer plato perfecto.INGREDIENTES:
2 patatas
400gr de calabaza
Queso rallado
2 cebollas pochadas
Pan rallado
Leche normal o leche evaporada
Picamos en tiras y pochamos la cebolla, con aceite y sal primero a fuego fuerte y luego bajamos el fuego y dejamos que la cebolla se haga lentamente, vigila que no se quede sin seca porque si no se pegará, puedes ir añadiendo agua según lo veas. Esto es lo único que hay que cocinar, ¿eh? no os alarméis.
Mientras la cebolla se hace vamos rallando los ingredientes.
Una vez está todo y con la sal incorporada iremos haciendo capas como se muestra en el vídeo, intercambiando los elementos. Por último el pan rallado.
Se puede poner todo en una misma fuente o en recipientes separados para hacer raciones individuales.
Hornea a 200º unos 45 minutos.
imágenes TCV