Este mes me ha costado un poco decidirme a participar en el reto Color Y Sabor de Temporada que organiza Pilar Monge desde su blog.
Los productos elegidos eran los ajos tiernos y las nectarinas, y no lograba encontrar ninguno de los dos frescos. (En el huerto hay nectarinas, pero salen por marzo, y los ajetes por mayo).
Un día estaba en el Mercadona comprando cosas para otra receta, y vi de refilón una bolsa de ajetes congelados, que me llamaba diciéndome “comprameeee”. No lo hice porque quería hacer honor al nombre del reto, y comprar un producto fresco y “de Temporada”. Comprarlo congelado me parecía contravenir las reglas mismas del reto.
Sin embargo, después de preguntar en varias fruterías y tiendas de verduras sin éxito, acabé comprando una bolsa de ajetes congelados en Alcampo, porque, en el fondo, no quería quedarme sin participar. ¡Espero tener más suerte encontrando ingredientes frescos el próximo mes!
Finalmente me alegro de haberme animado a participar porque además la receta nos ha gustado mucho. Normalmente gasto los ajetes frescos en revuelto y me gusta combinarlos con setas.
Pero para el reto me he decidido a preparar algo diferente: Un sencillo pastel vegetal combinando algunas verduras más, que junto a una suave y deliciosa salsa de zanahorias hace una estupenda cena vegetariana llena de sabor.
Ingredientes: (2 personas)
- 4 o 5 champiñones
- 1 cebolla pequeña
- 1 puerro
- 300gr de ajetes
- 1 huevo
- 200ml de nata
- sal y pimienta
- aceite de oliva
Para la salsa:
- 3 zanahorias
- 1 cucharada de mantequilla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- agua
- sal
- eneldo
Elaboración:
En primer lugar ponemos a precalentar el horno a 180ºC.
Lavamos, limpiamos y troceamos la cebolla, el puerro y los champiñones.
En una sartén un tres cucharadas de aceite de oliva pochamos la cebolla y el puerro con una pizca de sal. Cuando empiecen a ponerse transparentes incorporamos los ajos tiernos congelados, y cocinamos durante unos 6 minutos, o hasta que se evapore todo el agua que sueltan.
A continuación incorporamos los champiñones, salpimentamos, y dejamos cocinar otros 3 o 4 minutos, a fuego medio, removiendo de vez en cuando.
Mientras tanto, en un bol, batimos el huevo e incorporamos la nata, salpimentamos y mezclamos bien.
Cuando el guiso esté listo lo añadimos al bol y mezclamos bien todos los ingredientes.
Pasamos a una fuente apta para el horno (yo he utilizado un molde de silicona de bundt cake pero es circunstancial, jeje) e introducimos en el horno a 180ºC durante 25 minutos.
Mientras tanto, vamos a aprovechar para preparar la salsa de zanahorias.
Esta salsa es la misma que utilizamos para acompañar el flan de espárragos con gambones pero suavizada con el agua de la cocción de las zanahorias.
Quitamos la piel a las zanahorias con el pelador, las troceamos, y las ponemos a cocer en agua con un poco de sal y una pizca de eneldo. Tapamos la olla.
Cuando estén muy tiernas, las ponemos en el vaso de la batidora, y junto a tres cucharadas del agua de cocción, una cucharada de mantequilla y dos cucharadas de aceite de oliva, las trituramos.
Vamos añadiendo más agua de cocción, conforme la mezcla nos vaya pidiendo, hasta que consigamos una salsa suave.
Es el momento de sacar el pastel del horno y cubrirlo con la salsa de zanahorias. También se puede poner la salsa en un cuenco a parte para que cada comensal se sirva lo que le apetezca.
¡Y ya tenemos listo nuestro pastel vegetal de ajetes y champiñones!
Una mezcla de sabores deliciosa y una receta perfecta tanto para la cena como para el almuerzo.
¡Que aproveche, Calderer@s!