Revista Cocina
No recuerdo donde vi por primera vez una pastela de pollo, no recuerdo ni lo que he comido hoy, jejeje, pero lo que si recuerdo es que me llamó muchísimo la atención.
Por el tipo de masa que lleva y es que es como papel! capas y capas de masa crujiente que hacen que este pastel tenga un aspecto y presencia de lo más bonito decorado con azúcar glas y canela.
Un plato que se ha colado en mi recetario más socorrido y habitual, ya que creo que es un pastel todo terreno. Habitualmente lo tomamos en casa como plato único, pero también podréis sorprender con él a los invitados en una cena o comida.
Con esta receta participo en el Reto 52 Weeks en la semana 30- Marruecos.
Después de ver mogollón de recetas y videos de esta pastela no me he decidí por ninguna por lo que decidí hacer mi propia versión, y modestia aparte tengo que decir que está increíblemente buena.
Os cuento como la preparé?
Apuntad!
Ingredientes:2 muslos de pollo deshuesados con piel½ pechuga de pollo grande2 huevos LAceite1 cebolla picada en trozos muy pequeñosSalPimienta1 litro de caldo de pollo150g de almendra en laminas1 cucharadita de cúrcuma1 cucharadita de azúcar1 cucharadita canela1 cucharadita de nuez moscada1 cucharadita de jengibre8-10 hojas de pasta filoMantequilla derretida para pintar la pasta filoAzúcar glas para espolvorearCanela molida para espolvorear
En una cacerola ponemos aceite para pochar la cebolla a fuego medio.
Salpimentamos los muslos y la pechuga y la ponemos con la cebolla para que se doré un poquito.
Añadimos el caldo de pollo, el azúcar, la cúrcuma, canela, nuez moscada, jengibre y dejamos cocer tapada a fuego bajo hasta que casi se haya consumido el caldo y haya formado una salsa.
Dejamos templar.
Retiramos la piel a los muslos y la desechamos.
Troceamos muy pequeños los muslos y la pechuga y los devolvemos a la salsa. Añadimos las almendras y los huevos un poco batidos, ponemos de nuevo a fuego medio para que cuajen los huevos y nos engorden la salsa.
Dejamos enfriar.
Precalentamos el horno a 180 grados y preparamos un molde desmontable de unos 22 cm forrando la base para que luego nos sea más fácil desmoldarlo.
Con la ayuda de un pincel pintamos cada hoja de pasta filo con la mantequilla y vamos forrando el molde, en un principio con tres o cuatro hojas, sobre estas ponemos la mitad del relleno repartiéndolo bien por toda la superficie. Pintamos otras 3-4 hojas de pasta filo con mantequilla y volvemos a forrar con ellas el molde, ponemos la otra mitad del relleno, pintamos de nuevo con mantequilla otro par de hojas de pasta filo para cerrar el molde y vamos metiendo para dentro la pasta que nos cae por los bordes, podemos ayudarnos de un poco más de mantequilla para que la pasta se pegue. Pero ojo, ten cuidado con la mantequilla si no quieres que quede muy grasa la pastela.
Horneamos hasta que la pasta coja un tono dorado.
Dejamos templar, desmoldamos, emplatamos y espolvoreamos por encima abundante azúcar glas y un poquito de canela.
Podemos comerla tanto templada como fría.
Está increíblemente buena, pero que voy a decir yo, no?? Jajaja
Bueno, no me enrollo más que me voy corriendo a prepararos recetas para estas navidades!
Soy más de turrones o de polvorones?
Besos a todos!!!!