En esta elaboración como ya habrás adivinado, lo que mas destaca son las patatas, ya que son el ingrediente principal. Es una forma diferente de prepararlas, yo personalmente no conozco ninguna otra receta en las que se preparen así, rebozadas en huevo. La verdad es que es un plato magnifico que no debes dejar de probar, aunque no dejan de ser unas patatas guisadas, gracias al rebozado se consigue que sea muy diferente a las formas habituales.
Respecto a esta forma de prepararlas que te presento es típica de Palencia, aunque las puedes encontrar en las cocinas de otras muchas localidades. También puedes encontrar otras formas de prepararlas, como al horno con jamón, huevo y nata, que también recibe el mismo nombre, pero esa la dejo para otra ocasión.
Como podrás ver son muy simples de preparar, por lo que no hace falta que te deje ninguna consideración, tan solo unos pocos conejos que tienes al final.
Ya sabes que los comentarios son una de las partes mas importantes de este blog, así que no dejes de dejarme el tuyo.
Tiempo:
40 minutosValor Calórico:
bajoDificultad:
bajaCantidad:
4 PersonasIngredientes
- 400 g de patatas
- 2 Huevos
- 150 g de harina de trigo
- 1 Cebolla
- 4 Dientes de ajo
- 1 Cucharada de perejil picado
- 5 Hebras de azafrán
- 1600 ml de caldo
- 120 ml de vino blanco
- Sal al gusto
- Aceite para freír
Preparación
- Pela y corta las patatas en rodajas de medio centímetro de grosor aprox.
- Pela y pica la cebolla.
- Pela los ajos y los cortas en trozos pequeños.
- Echa la harina en un plato hondo.
- Casca los huevos en un plato y los bates bien.
Elaboración
Pon una sartén a fuego medio y echa abundante aceite para freír.Reboza las rodajas de patata en la harina.
Ahora las bañas en el huevo batido.
Que queden bien rebozadas.
Cuando el aceite esté caliente las vas poniendo a freír.
No eches muchas a la vez para que no se enfríe el aceite.
Fríelas unos dos minutos.
Le das la vuelta con cuidado y otros dos minutos.
Cuando estén las sacas y las pones en una bandeja sobre papel absorbente.
Cuando las tengas todas fritas las reservas.
Pon una cazuela a fuego medio y echa un par de cucharadas de aceite.
Cuando este caliente echa la cebolla.
Echas un poco de sal y la sofríes hasta que empiece a estar dorada.
Entonces vierte el vino blanco, lo remueves bien y lo dejas reducir unos 3 minutos.
Vierte el caldo y le echas sal al gusto.
Mientras empieza a hervir prepara el majado.
En un mortero echa los ajos, el perejil, un poco de sal y las hebras de azafrán.
Lo machacas hasta que quede bien picado.
Cuando el caldo empiece a hervir echa el majado y lo remueves bien.
Añade las rodajas de patata que habías reservado.
Que todas queden bien cubiertas por el caldo.
Las dejas que se cocinen durante 25 minutos a fuego medio.
No las remuevas con una paleta, para que no se deshagan, mueve la cazuela.
Pasado este tiempo comprueba que están listas.
Pincha las rodajas con un palillo, si están blandas ya las tienes listas.
Retira la cazuela del fuego y sírvelas bien calientes.
Consejo
- Puedes utilizar el tipo de caldo que prefieras, de carne, de ave, o de cocido.
- Corta las rodajas de igual tamaño para que se cocinen al mismo tiempo.
- Las hebras de azafrán son opcionales.