Tanto puede ser una receta en si, para disfrutar sola como que sirva de acompañamiento para una carne o un pescado; como fue mi caso. Lo que si es claro es que es una receta de lo mas sencilla y bartina. Dependiendo del tipo de mostaza que le pongáis podéis darle un toque u otro de sabor e igual adaptarlas mejor al tipo de platos al que queráis acompañar. He visto que mostazas Maille tiene unas cuantas variedades. Yo la he hecho con mostaza en grano a la antigua. Me encantan las patatas, podría estar haciendo platos con ellas sin cansarme. Si bien es verdad las prefiero cocidas con algún tipo de salsa, o de otra manera, pero que estén cocidas mas que fritas. Siempre la mejor opción porque ya son un alimento que no es ligero debido a la fécula que lleva; así que cuanto mas ligeras las podamos hacer mejor y así también disfrutar de uno de los productos que nos da la tierra que mas se utilizan en cocina.
Ingredientes:1 kg de patatas1 cabeza de ajos pequeña1 cucharadita de romero1/2 limón1 yema de huevo2 cucharadas de mostaza de Dijon o antigua3 cucharadas de queso cremaaceitesalpimienta
- Pelamos y cortamos las patatas en rodajas.
- Pelamos los ajos.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Forramos una bandeja de horno con papel sulfurizado y extendemos las patatas y los ajos, salpimentadolos. Espolvoreamos con el romero y rociamos con aceite.
- Ahora mezclamos todo con las manos para que se impregne bien.
- Horneamos 25 minutos, dándoles la vuelta cada 10. Y reservamos.
- Mezclamos la yema cocida y machacada con la mostaza, el queso, el zumo de limón, aceite, sal y pimienta.
- Batimos bien y extendemos sobre las patatas que gratinamos unos 5 minutos. Servimos calientes.