A pesar de que las patatas durante mucho tiempo han sufrido mala fama en las dietas para adelgazar, éstas siguen siendo el segundo alimento más consumido en el mundo. Son una fuente de comida barata y nutritiva y con muchos, muchísimos recursos en la cocina. Se pueden comer solas o como acompañamiento de casi todo. Fritas, hervidas, al vapor, asadas, en puré, crema, estofadas o hasta como base o complemento en algunos platos dulces. ¿Me he olvidado algo?
Rica en vitaminas C, A, B1, B2, B6, PP, niacina, ácido fólico y minerales que juegan un papel importante como catalizadores del organismo, como hierro, zinc, cobre, fósforo, azufre, cloro, sodio, cromo, manganeso, níquel, cobalto y vanadio, hacen de este tubérculo un excelente alimento para la dieta de toda la familia (hasta para los que quieran perder peso).
Además de ser una fuente de comida barata y nutritiva, hay estudios que ponen en relieve sus propiedades benéficas para la salud:
- Es recomendable en problemas estomacales (es un excelente anti-ácido).
- Es diurética.
- Antiespasmódica.
- Ayuda en casos de cistitis, prostatitis y cálculos renales.
- Problemas hepáticos (hervida o al vapor).
- Es beneficiosa para el sistema inmunitario.
- Favorece un sueño apacible y ayuda a calmar los espasmos y calambres ejerciendo una función sedante del organismo.
Cien gramos de patatas hervidas aportan aproximadamente 80 calorías (tampoco es mucho), mientras que un plato de patatas fritas, también de cien gramos, contienen más o menos 240 calorías; si lo que nos apetece es comer unas patatas chips o de churrería, doblaremos el consumo de la calorías, ya que cien gramos de patatas chips aportan aproximadamente 550 calorías. Una barbaridad, en comparación con las patatas hervidas o al vapor.
¿Y vosotros? ¿Soléis incluir patatas en vuestra dieta diaria? ¿Cómo las preparáis? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!Besos desde mi blog!!!