Llevaba mucho tiempo queriendo mostraros estas patatas. Cuando el blog empezó, llegó a ser fotografiada y todo pero las fotos quedaron fatal, era de noche y la iluminación no era la mejor, pero siempre la he tenido ahí, hasta que ya tengo unas fotos decentes para mostraros.
Estas patatas son una de mis formas favoritas de comer patatas, van al horno, por lo tanto son más ligeras y he de decir que están riquísimas, no se tarda mucho en hacerlas y sirven de acompañamiento a cualquier plato de carne, ¿os las imagináis con esta hamburguesa casera?.
No me enredo más, os dejo con la receta.
Ingredientes- 3 patatas medianas.- Aceite de oliva virgen extra.- Sal.- Pimienta.- Ajo en polvo.- Pimentón.
Lavar las patatas con ayuda de un pequeño cepillo para que la piel quede totalmente limpia, ya que vamos a cocinarlas con su piel. Las cortamos en forma de gajos, para ello, lo que yo hago es cortar la patata en círculos gruesos y luego cortar esos círculos, de esa manera queda la forma que veis en la foto.
A continuación una vez que se tengan las patatas preparadas, se ponerlas en un bol, y echar un poco de aceite, la sal, pimienta, polvo de ajo y el pimentón. No os pongo cantidades porque yo lo hago un poco a ojo, depende del gusto de cada uno, podría decir que yo pongo una cucharada de postre de polvo de ajo y otra de pimentón. Removemos bien para que las patatas cojan el gusto de los ingredientes y dejamos reposar unos 20 minutos (si queréis poder dejarlas más tiempo).
Precalentar el horno a 200º. Pasar las patatas a una fuente apta para horno y meter al horno durante aproximadamente 30 minutos. Como sabéis cada horno es un mundo, así que os aconsejo que vayáis comprobando la cocción de vez en cuando para que no queden demasiado blandas.
Servir con distintas salsas, en este caso las comimos con ketchup, mostaza dulce y salsa barbacoa.
Espero que os haya gustado.