Ingredientes (para cuatro personas)
- 4 patatas para asar de tamaño grande (peso aproximado 1 kilo 750 gramos)
- 70 gramos de mantequilla
- 350 gramos de queso raclette (se puede utilizar otro tipo de queso si os resulta difícil encontrar éste)
- Orégano
- Sal de ajo
Después las disponemos en una fuente y procedemos a asarlas. Se pueden hacer al horno, lo que nos llevaría más tiempo (una hora u hora y media), o al microondas, tal y como yo lo he hecho, mucho más rápido y no pierden nada de sabor.En este caso estuvieron en el micro una media hora, pero dependerá de la potencia del aparato. Sabremos cuándo están en el momento en que al apretarlas con los dedos ceden ligeramente a la presión de los mismos, además, la piel se volverá un poco arrugada, tal y como se puede apreciar en la siguiente imagen.
Las retiramos del micro y esperamos a que se templen ligeramente, para no perder las huellas dactilares de los dedos al manipularlas para preparar el plato. Entonces procedemos a partirlas por la mitad con un cuchillo de la siguiente forma.
Las disponemos en una fuente de horno, con papel de horno por abajo o con lámina de silicona y les vamos poniendo mantequilla por encima. Con el calor que todavía conservan las patatas, la mantequilla empezará a derretirse, pero no os preocupéis, porque es lo que queremos. Las patatas deben quedar bien impregnadas en mantequilla, pues esto les dará un sabor exquisito.
Una vez hecho esto, procedemos a espolvorear con sal de ajo por encima de las mismas. Con esta operación conseguiremos que, además de saber a mantequilla, tengan un ligero sabor a ajo, a la vez que le aportamos la sal necesaria. Después les colocamos por encima las lonchas de queso y, por último, espolvoreamos con un poco de orégano.
Metemos al horno a 180º (, previamente calentado), durante aproximadamente 10 minutos, hasta que el queso se funda.Retiramos y servimos calentitas. Están deliciosas, os las recomiendo. Si las probais, seguro que volveréis a hacerlas. ¡Buen provecho!