Revista Cocina
Esta semana pasada ha sido mas otoñal que primaveral. Cielos grises, lluvia y hasta frío en algunos momentos. Nos ha vuelto a apetecer comer platos de cuchara, de los de disfrutar despacio con un vasito de buen vino tinto.
Mi madre aprovecha los días fríos del invierno para preparar costillas y lomo en adobo. Cuando era pequeña y vivía en su pueblo en Extremadura cada año hacían la matanza y preparar adobos era una de las tareas de los niños. Así que creo que no hace falta que os diga lo buenisimos que le salen. Suele preparar una buena cantidad, una parte la pone en aceite y otra la envasamos al vacío para poder disfrutarla casi todo el año.
Las costillas de este guiso ya os podéis imaginar de donde han salido... Y como están... vicio puro. Y es que cuando algo se prepara con tanto cariño es imposible que no este bueno.
INGREDIENTES (para 4 personas)4-5 patatas medianas400g. de costilla de cerdo adobada2 puerros2 ñoras 1 cebolla medianaUna cucharadita de pasta de tomate2 dientes de ajoPimentón de la VeraMedio vasito de vino blanco1-2 hojas de laurelSalAOVE
ELABORACIONPonemos las ñoras a hidratar en agua caliente. Cuando estén (mas o menos una hora), sacaremos la pulpa con ayuda de un cuchillo y reservaremos.
En una olla con un poquito de aceite ponemos la costilla troceada a sofreír. La olla debe de ser grande ya que es donde vamos a hacer todo el guiso. Mientras la costilla se sofríe, pelamos y chascamos las patatas (para que al cocer suelten el almidón) y limpiamos y troceamos los puerros. Pelamos y cortamos la cebolla en brunoise pequeña.
Cuando la costilla ya se haya dorado, añadiremos el puerro, la cebolla, los ajos (enteros) y las hojas de laurel. Pochamos las verduras durante unos 10-15 minutos y añadimos, cuando estén bien pochadas, la pasta de tomate rojo, la carne de las ñoras y el vasito de vino blanco. Lo rehogamos todo durante otros 10 minutos aproximadamente. Finalmente añadimos las patatas troceadas, la cucharadita de pimentón y agua hasta cubrir bien todo. Ojo, cubrir sin pasarnos ya que queremos hacer un guiso, no una sopa! Tapamos, y lo dejamos unos 20 minutos a fuego bajo. Rectificamos de sal.
Como casi todos los guisos, está mucho mas rico de un día para otro. A nosotros nos gusta acompañarlo de guindillas verdes en vinagre.