Los que me seguís en Instagram sabéis que estas vacaciones he estado por Valencia y uno de los sitios que visité y de los que me enamoré fue el restaurante Copenhague. Todo lo que probamos estaba riquísimo y una de las cosas que más me gustó y sorprendió fue el paté de pipas. Así que me he animado a probar a hacerlo en casa usando además el aceite que me habían enviado desde el CAERM.
Ingredientes:
- 100 gr de pipas de girasol
- 25 gr de pipas de calabaza
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre añejo
- Sal
- Comino en polvo
- Pan integral para las tostas
Preparación:
En primer lugar tenemos que activar las pipas. Esto lo haremos dejándolas en agua al menos 8 horas. Yo las dejé toda la noche. Veréis que crecen y están más blanditas así las podremos triturar fácilmente. Las escurrimos y ponemos en el vaso de la batidora.
Añadimos un chorrito generoso de aceite de oliva y un poco de sal. Comenzamos a triturar poco a poco con la batidora y cuando ya empiece a estar uniforme probamos y añadimos sal si hace falta y un poquito de comino y vinagre. Es mejor que echéis poco a poco y no os paséis, así encontraréis el punto que más os gusta.
Por último tostamos el pan y presentamos el paté de pipas con un poco de aceite de oliva y una pipas que había reservado sin activar. ¡Y listo para disfrutar!
¡Qué aproveche!