Díganme qué padre normal le da a su hijo de corta edad una cabeza humana que acaba de cortar de un pobre desgraciado (en este caso, un soldado sirio). El niño, que sólo tiene 7 años, es el hijo de Jaled Sharruf.
Sharruf fue condenado en 2009 a cuatro años de cárcel por ser parte de una célula terrorista que planificó atentados en Sydney y Melbourne. Pese a que se le prohibió salir del país tras su liberación, utilizó el pasaporte de su hermano para viajar a Siria con su familia.
Me hace pensar en eso de que: nadie te querrá como sus padres. No me gustaría que fuera mi progenitor.