Nunca os había hablado de Patricio, uno de los personajes más inclasificables del panorama musical, así que hoy lo voy hacer. Hace unos días volví a ir a verle, en esta ocasión en el Búho Real, y, si bien he de reconocer que conciertos anteriores me dejaron alguna duda, esta vez quedaron totalmente disipadas, me declaro fan absoluta de sus canciones, de él y de su banda (mis queridos Chiloé y Mario Raya). Si me preguntáis cómo es su música, no podría responder, si me preguntáis cómo canta, no podría decíroslo, si queréis saber si es bueno no, tendréis que juzgar por vosotros mismos. Como os decía antes, es inclasificable, no se parece a nadie, es único, peculiar, innovador y sorprendente, o le odias o caes a sus pies. Es el rey de los contrastes. A primera vista es un chico elegante, un poco dandy de hoy en día, pero una observación más detallada irá revelando detalles que le hacen diferente, cada vez una cosa distinta que acaban haciendo que no le veas como al principio. Parece un tipo algo serio pero está lleno de un sentido del humor que se le desborda en las canciones. A mi las cosas que más gracia me hacen son las que no esperas porque están dentro de una situación que no es cómica. Patricio es así, está cantando y, de repente, cuando menos lo esperas, la letra se vuelve jocosa, surrealista, onomatopéyica y se escapan las risas. Su forma de cantar a veces recuerda a los "songwriters" americanos (me gusta la pedantería del término) tipo TomWaits, pero sin tanta gravedad en la voz, a veces me recuerda muy de lejos a Lucas, a veces parece un chico pop, otras cualquiera sabe a quién se parece aparte de a sí mismo, nunca es nadie, siempre es todos. Yo os aconsejo que le veáis en directo, no os dejará indiferente. Está a punto de sacar disco y yo, que soy de las que le adoran, ardo en deseos de tenerlo en mis manos. En directo es infinitamente más interesante pero os voy a poner un par de canciones para que le escuchéis.