Patrick Commecy es un artista que milita en la disciplina de la pintura mural. Junto a su equipo se dedica a transformar las fachadas de los edificios deshabitados y descuidados de Francia en maravillosos murales que otorgan un nuevo sentido al concepto de la decoración de exteriores...
Así pues su premisa parece bastante clara, conseguir que una ordinaria fachada monocolor se transforme en una escena llena de vida, vibrante, tomada por el color y las acciones, en ellas se incorporan personajes famosos e influyentes de la ciudad donde se encuentren.
Los colores, las escenas, los personajes, todo esta escogido con esmero, teniendo en cuenta el punto personal del edificio y su entorno.
Es un magnifico ejemplo del trampantojo, la ilusión óptica o trampa con la que se engaña a alguien haciéndole creer que esta viendo algo que en realidad es distinto a la realidad.
El trampantojo clásico es el pictórico y, como su etimología evidencia, es un engaño, un trampa que se hace a los ojos para simular lo que no es. Una pintura que simula ser parte del ábside de una iglesia o en la pared de un jardín crea la ilusión mediante una imagen de prolongar el espacio verde con una falsa perspectiva.
La pintura ilusionista se cree apareció en el antiguo Imperio Romano aunque posiblemente tenga sus orígenes en el mundo griego. Se tiene constancia histórica que dos pintores griegos, Paraísos y Zeuxis, compitieron con el objetivo de hacer imágenes tan realistas que difícilmente se pudieran distinguir de la realidad.