Por la mañana quizá toma más protagonismo su barra en el gastrobar y su terraza para el desayuno o un bocado a media mañana. Durante la hora del mediodía, se une seguramente parte del comedor para poder disfrutar de una comida más o menos formal. Ya por la tarde, la coctelería empieza a calentar motores como un afterwork o incluso un aperitivo antes de la cena. Ese momento que suele ser un acto social, de relajación con pareja, con amigos o de diversión con un grupo tiene varias alternativas para todas las ocasiones: bien sea una cena íntima en algún camarote, algo más informal en la barra de su gastrobar o incluso escuchando música en directo. Dependerá de lo que busques en cada momento, es cuestión de elegir el sitio adecuado.
Su oferta gastronómica también dependerá del espacio escogido. En su zona de coctelería puede abrirse el apetito con unas ostras acompañadas por el coctel sugerido por el baratender. De hecho es una de sus especialidades ya que tienen de diferentes procedencias. Aunque se encuentran ostras con cierta facilidad, no es tan habitual encontrarlas de diferentes lugares y poder comparar la diferencia de sabor que hay entre ellas. En Patron sí es posible, encontrando normalmente francesas, holandesas y gallegas.
En su parte de gastrobar de la barra se sirven embutidos, ahumados, escabeches, quesos y tapas frías y calientes para elegir que se hacen al momento. Un tartar de blue fin con un toque de vodka según nos dijeron, unas croquetas de Txangurro bien fritas y originales, unas cañaillas o unas berenjenas fritas a la miel (muy recomendables) son algunas de las opciones más “informales” de las que disfrutar en este espacio. . Si lo que te apetece es sentarte en una mesa y cenar más cómodamente, debes pasar a la zona de restaurante. Allí ya nos sentamos en una mesa para probar algunos de los platos de su carta como la llamada Sopita de gambas de Palamós con coco, lima y langostino con doble crujiente, un templado de centollo con salsa de mostaza suave, un plato ligero, un muy recomendable Rape al vinagre de Jerez, con espinacas frescas y tomate concasse o, para los carnívoros, un medallón de solomillo con salsa de foie y múrgulas. Una cena de este tipo también puede degustarse en sus camarotes con distintas capacidades que los convierten en ideales para cenas de grupo o pequeñas reuniones de empresa que necesiten discreción ya que además disponen de material audio visual si es necesario. Para los que no prescindáis del postre, un surtido en el que no faltan algunos típicos como coulant o cheesecake. Aunque no es nuevo como os comentábamos este local se ha reformado para cambiar su concepto y ofrecer en una misma ubicación tres espacios diferentes para poder dar solución a cada situación: comida en grupo, tapeo o cena privada. Estas tres alternativas nos permiten tenerlo en mente para más de una ocasión!. Ya sabéis lo que dice el refrán, donde hay Patrón…