Comenzó siendo neoimpresionista y expresionista, para acabar derivando en un surrealismo clásico con frecuentes desnudos femeninos en oníricos ambientes desdibujados. Mujeres que miran fijamente un punto fuera del cuadro como hipnotizadas, con misteriosos gestos y en ocasiones, acompañadas de esqueletos, hombres con hongos sombreros o científicos asombrados.

