Revista Cocina
Hola!
Que tal lleváis el veranito?
Ya queda poquito, detrás de la esquina nos topamos con la vuelta al cole, el otoño, la rutina, los días fresquitos que nos invitan a encender el horno….
Toca planificarse para sacarle el máximo rendimiento a los días que al ser más cortos luego nos faltan horas, verdad?
Hace un par de semanas celebramos juntos cuatro cumpleaños, el de mi sobrina, mi cuñado, mi marido y el mío. Preparé dos tartas para soplar las velas y de paso me quité dos espinitas ya que le tenía unas ganas locas a estas dos tartas. Una está fantástica pavlova, la otra una San Marcos que os la enseñaré en la próxima entrada.
La tarta Pavlova es un postre que se inventó en honor a la bailarina de ballet, Anna Pávlova.
Crujiente por fuera y liguero por dentro al cual se le pone fruta por encima para hacerlo aún más delicioso.
Es tan ligero y está tan bueno que no tendrás suficiente con solo un trozo.
Vamos con la receta?
Ingredientes:
Para el merengue:5 claras de huevo a temperatura ambienteEl mismo peso de las claras en azúcarEl mismo peso de las claras en azúcar glass1 tercio de cucharadita de crémor tártaro (opcional)
Para la crema:400g de nata para montar2cucharadas de azúcar
Fruta para decorar, en mi caso frutas del bosque congeladas, pero si las encontráis frescas muchísimo mejor.
Azúcar glass para espolvorearPrecalentamos el horno a 150 grados y preparamos con papel de hornear dos discos de unos 20 cm de diámetro.
Empezamos preparando el merengue y para ello ponemos las claras en el bol de la batidora, les añadimos el crémor tártaro y con la ayuda de un tenedor las batimos para disolver el crémor tártaro.
Ponemos las varillas en la batidora y empezamos a batir las claras, cuando empiecen a espumar y subir vamos añadiendo en forma de lluvia el azúcar normal hasta incorporarlo todo, seguimos batiendo y cuando se haya convertido en merengue brillante y firme iremos añadiendo cucharadas de azúcar glass tamizado hasta incorporarlo todo seguiremos batiendo hasta que el merengue esté completamente firme.
Repartimos el merengue en los dos discos que teníamos preparados. Introducimos en el horno que bajaremos a unos 100 grados y los horneamos unos 90 minutos. Puede parecer mucho tiempo pero no os preocupéis, la temperatura es muy baja y el tiempo es el que necesita para que el merengue se seque y quede suave por dentro. Cuando pasen los 90 minutos apagamos el horno y dejamos con el horno apagado unos 20 minutos más. Pasado este tiempo sacamos del horno y dejamos enfriar completamente antes de montar la tarta.
Mientras montamos la nata con el azúcar, pero cuidado! Si la montas demasiado se os cortará, así que estad atentos y no la dejéis sola mientras se monta.
Con muchísimo cuidado retiramos el papel de hornear del disco de merengue con cuidado para que este no se parta, y lo colocaremos en el plato donde lo vamos a presentar. Ponemos por encima la nata montada repartiéndola en los dos discos de merengue y ponemos la fruta repartida por encima. Para terminar montamos un disco encima de otro y espolvoreamos azúcar glass por encima.
Y listo!
Queréis un trocito?
Por cierto!
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El premio?
Mira, mira…!!!
Espero que os haya gustado.
Mil besos a todos, nos vemos muy pronto!
Muakkk