¿Te toca cocinar en Nochevieja y no sabes qué hacer? ¿Te aburren los platos de todos los años? Si te atreves con un pavo relleno –sí, ese que los estadounidenses hacen en Acción de Gracias- te darás cuenta de que es un plato fácil de cocinar y que solo requiere un poco de atención y mucho cariño, aunque estas dos cosas creo que son ingredientes esenciales de cualquier plato que quieras que te salga bien.
Además, aquí es la época en que encontramos pavos y pavitas (más pequeñas) en los supermercados, así que ahora o nunca…
El otro día mi bruja fotografió el proceso del que hice para una cena, así que la receta queda bien ilustrada.
El relleno que he utilizado –una opción con un toque dulce- es uno de los muchos que se pueden hacer. Si introducís “rellenos para pavo” en un buscador de Internet, encontraréis muchos más.
Ingredientes:
-Para alrededor de diez personas, una pavita de unos 3 ½ kg. es más que suficiente. Cómprala limpia, es decir, lista para rellenar, sin cabeza y desplumada.
-Lonchas de beicon (unas doce).
-Mantequilla.
-Una cebolla.
-Sal y pimienta.
Para el relleno:
-400g. de carne picada de cerdo y ternera.
-50g. de mortadela.
-50g. de pasas de Corinto.
-Brandy.
-Un huevo.
-Nuez moscada.
-30g. de piñones pelados.
-5 ciruelas pasas deshuesadas.
-2 manzanas.
-Sal y pimienta.
Elaboración:
1)Prepara el relleno: Mezcla en un bol la carne picada, la mortadela picada, las pasas previamente ablandadas durante unos minutos en brandy, un huevo batido, piñones, ciruelas pasas troceadas y dos manzanas peladas y en dados. Condimenta con la nuez moscada y salpimienta.
2) Lava el pavo o la pavita echando agua sobre su piel con la mano y seca bien. Úntala de mantequilla por dentro con un pincel de cocina y salpimienta.
3) Introduce el relleno. Bloquea la abertura con la mitad de la cebolla, a modo de tapón. Cósela con hilo de cocina o sujétala con dos palillos cruzados. Mejor si son palillos largos, de los de los pinchos morunos, luego les recortas las puntas que sobresalgan. Tapa los extremos de los muslos con papel de aluminio para que no se quemen y únelos con hilo de cocina.
4)Engrasa la placa del horno con mantequilla y coloca el ave. Con el pincel de cocina, embadúrnala de mantequilla y salpimienta. Después, fórrala con lonchas de beicon, que darán muy buen sabor a la carne.
5)Precalienta el horno a 200º. Cubre la pavita con papel de aluminio o con la tapa de la fuente de horno, si tiene, y hornéala alrededor de una hora por kilo. MUY IMPORTANTE: cada veinte minutos más o menos, destapa la bandeja y riega el pavo con caldo de verduras caliente. Cuando ya hayas hecho esto varias veces, puedes recoger el de la bandeja con una cuchara o con una de esas perillas que utilizan los americanos, lo que ellos llaman turkey baster (utilísima herramienta que yo me compré en Taste of America, aunque seguro que la venden en otras tiendas especializadas en menaje de cocina).
6) Cuando al pavo le quede una media hora, retira el papel de aluminio o la tapa, así como las lonchas de beicon (que yo siempre me guardo para hacer una ensalada de beicon y queso de cabra, o algo por el estilo). Baja el horno a 180º y prosigue la cocción hasta que la superficie del ave quede doradita.
¿Con qué puedes acompañar este magnífico pavo?
He aquí algunas sugerencias:
-Puedes aprovechar el fondo de cocción. Mientras aún esté caliente, añádele media taza de caldo hirviendo y raspa el recipiente con una espátula para recuperar el jugo del asado. Después fíltralo con un colador, directamente sobre un cazo. Añádele una cucharada de Maizena y otra media taza de caldo y llévalo a ebullición a fuego lento y sin dejar de remover. Añade más caldo de vez en cuando hasta que espese ligeramente y sírvelo en una salsera.
-Otras cosas que le van bien son la gelatina de sabores, las mermeladas de frutos del bosque, los guisantes (a los que se les puede añadir el beicon con el que hemos cubierto el pavo, en trocitos), el puré de patatas casero, el puré de manzana, las patatas asadas (que se pueden incorporar a la bandeja del pavo un rato antes de sacarlo del horno para que se hagan al mismo tiempo y cojan todo el sabor), las zanahorias baby, las coles de Bruselas… Deja volar tu imaginación.
Y si te ha sobrado pavo, nada mejor que hacer sándwiches fríos con él o croquetas de pavo y relleno de pavo. ¡Mmmm!