Su desapego de lo material causa admiración en todo el mundo
Cristiano Ronaldo está triste, ¿qué tendrá Cristiano Ronaldo? En plena tormenta perfecta sobre la economía de millones de españoles y de cientos de miles de millones de portugueses; en el mismo segundo en que decenas de familias eran echadas de sus casas por antidisturbios y cerrajeros cómplices; en el mismo instante en que miles de trabajadores recibían por sms la notificación de su despido… En ese momento habló Cristiano Ronaldo y el sepulcral silencio que se hizo en el mundo hizo que sus palabras retumbaran como la voz de Dios al aparecerse a Moisés en la montaña esa cuyo nombre no recordamos porque ya no leemos la Biblia. Habló Cristiano y dijo: “Estoy triste”.
Inmediatamente, como fulminados por un rayo, todos aquellos que solo veían el ombligo de su deshaucio, el hambre de sus hijos, lo negro de su futuro, comprendieron cuán egoístas habían sido, cuán pobre era su mundo interior, centrado únicamente en superficiales cuestiones económicas. “Cristiano es megamillonario”, fue el pensamiento colectivo que recorrió todos los cerebros. “Trabaja en lo que le gusta, cree que es guapo, la gente le aclama, Mourinho le besa los pies, la más fea de sus novias podría ser portada del Playboy… pero él está triste. ¡Qué lección para todos nosotros, pequeñas piltrafas!”.
No han tardado en sucederse las iniciativas para ayudar a una persona necesitada no ya de dinero, no ya de amor, no ya de fama, sino, simplemente, de un poco de alegría. Cientos de miles de twitts de apoyo, millones de “me gusta” en “dale a me gusta si quieres que Cristiano esté alegre”, plegarias en la Almudena… Todo sin resultado, hasta ahora.
La última esperanza está en Payasos Sin Fronteras, la ONG que “ayuda con sonrisas” a miles de niños en todo el mundo, en países pobres, en nuestros hospitales. Los payasos, reunidos en videoconferencia, decidieron por unanimidad aparcar todos sus proyectos en curso y centrarse en lo que de verdad importa ahora: arrancarle una sonrisa al muchacho de Madeira.
Malabares, chistes, globos con forma de perrito o de jirafa, el típico resbalón con una piel de plátano… Los nobles bufones han afirmado que pondrán en práctica hasta el último truco en sus manos y en sus corazones. Al saber la noticia, Cristiano Ronaldo se ha mostrado esperanzado, y se le ha oído susurrar: “Solo pido que no venga ningún payaso catalán, por favor”.
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publicado el 15 septiembre a las 14:08
Yo le mandaría a la mina o a picar piedra unos días para curarle su tristeza...