Revista Música
Increiblemente hasta ahora no había publicado ninguna entrada dedicada a un disco de Pearl Jam. No sé bien cuál es razón, puede que tenga que ver con el hecho de que si alguien o algo significa mucho para ti quizá resulta más difícil escribir sobre ello, o que sea simplemente cuestión de pereza por el esfuerzo emocional que supone meterse de lleno con aquello que tanto te importa e intentar transmitir lo que significa (en estos casos lo de la objetividad es lo de menos). Los discos de Pearl Jam han sido importantes para mí, y con el paso de los años se han vuelto más importantes. Me he decidido a hablar sobre el “Vs.” –que posiblemente sea mi favorito-, porque en la época en que lo escuché por primera vez andaba quizá más deslumbrado con bandas como Alice In Chains o Smashing Pumpkins, cuyo sonido me parecía más novedoso que el de la banda de Eddie Vedder. Con “Vs.” todo eso cambió. Recuerdo que cuando vi en los MTV Awards de aquél año la salvaje interpretación de “Animal” (también interpretarían "Keep On Rocking In The Free World" junto a Neil Young, a quien en aquellos primeros 90 ya estaba empezando a venerar como a un Dios) como adelanto de lo que iba a ser el “Vs.” me sorprendió la aridez del tema. Y la sensación cuando tiempo más tarde escuché el disco completo no fue diferente. La primera impresión era que la rabia e incluso el ruido primaban en conjunto sobre la melodía, pese a contener 2 o 3 temas mágicos en ese aspecto, y que los temas sonaban más acelerados y sucios que en “Ten”. Y siendo eso cierto, con las posteriores y más calmadas escuchas fui también descubriendo lo buena que era cada una de las canciones por sí sola y volviéndome adicto al irresistible y arrollador conjunto que todas ellas unidas formaban. Supongo que en esas escuchas tuvieron mucho que ver las cintas de 90 y los kilómetros de carretera.
Ay, las cintas de 90, seguro que varios de nosotros tenemos algunas memorables, recopilaciones de diferentes canciones que hemos realizado con cariño y dedicación y que nos hacen sentir orgullosos cuando las escuchamos. Este no es el caso precisamente de una que yo me grabé para llevar en el coche en aquellos años y que no me costó más trabajo que poner un par de discos y darle al rec., pues lo que había en una cara era casi todo el “August & Everything After” de los Counting Crows (siempre defenderé este disco) y en la otra el “Vs.” de Pearl Jam, y debe de ser de las cintas que más he escuchado y he gozado al volante. Así que supongo que no es extraño que suela asociar el “Vs.” con esas imágenes mías al volante. El viaje de “Vs.” tiene su arrollador inicio en “Go”, canción que deja bastante claros los probables derroteros que tomará el disco en las siguientes pistas, impresión que se confirma acto seguido con esa bestialidad en forma de canción llamada “Animal”, de estribillo adictivo (difícil sacarse de la sesera el sonido de esa guitarrita que lo acompaña) y final contundente. Después de tan acelerado comienzo parece casi obligado el respiro de “Daughter”, una preciosidad en la que levantamos brevemente el pie del acelerador para recordarnos que estamos escuchando a Pearl Jam, una banda que borda como pocas esos sonidos más pausados, antes de volver a la carga pisando de nuevo el acelerador con “Glorified G” y desembocar después en una enormidad de título “Dissident” cuya melodía y creciente intensidad conseguirán que posiblemente siga sonando en tu cabeza mucho tiempo después de hayas llegado a tu destino. El paisaje cambia completamente con “V.M.A.”, con seis minutos el tema más largo del disco, en el que además de la siempre omnipresente voz de Vedder destacan el sonido del bajo y de las percusiones y que nos prepara para el estallido definitivo de furia y rabia que supone “Blood”, un auténtico temazo, una salvajada en la que Vedder gritando sencillamente se sale y en la que una guitarra casi funky años setenta te taladra los sesos, por no hablar de su final que en las primeras escuchas confundes con un principio que te deja con ganas de más y mirando por el retrovisor. Pero no hay por qué preocuparse, porque más es precisamente lo que obtienes en cuanto escuchas el comienzo de “Rearviewmirror” y enseguida sabes que lo que estás a punto de oír es otra de las canciones maestras de Pearl Jam, un tema que instantáneamente se convertirá en clásico, otra joya que difícilmente podrás olvidar, aunque en este momento no tengas tiempo de entretenerte demasiado porque la base rítmica de “Rats” ya se ha apoderado de ti y ahora estás moviendo tu cabeza arriba y abajo y cuando entran la voz y la guitarra ya es todo el cuerpo… Pero tanta intensidad vuelve a exigir un respiro, quizá debamos levantar de nuevo el pie del acelerador, quizá incluso buscar un área de servicio en la que repostar y relajarnos unos minutos antes de iniciar el tramo final de nuestro viaje, y ese merecido reposo es el que nos brinda precisamente “Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town”, no olvidemos que estamos viajando con Eddie Vedder y Pearl Jam, por Dios, esos oasis de tranquilidad son marca de la casa, y esta canción es una de las más inspiradas muestras de “los otros Pearl Jam”. Ahora ya estamos preparados para darle de nuevo al contacto, pisar gas, y dirigirnos frescos y veloces al final de nuestro viaje. Las fuerzas renovadas nos permiten arremeter con fuerza con “Leash” y desatar nuestra euforia al cantar su estupendo y pegadizo estribillo mientras esos últimos kilómetros de asfalto van quedando atrás rápidamente, tanto que cuando nos percatamos de que ya casi hemos llegado al final nos vemos sorprendidos, el viaje se nos ha hecho corto, y ahora queremos apurar sus últimos momentos, saborearlos con calma, llegar despacio, disfrutando y recreándonos en el hecho de viajar al volante. Así que ralentizamos la marcha y escuchamos “Indifference” y cuando finalmente apagamos el contacto y nos apeamos del vehículo estamos relajados y satisfechos… aunque un gusanillo en la boca del estómago nos diga que no tardaremos mucho en querer hacerlo de nuevo.
Tras el espectacular debut que supuso “Ten”, “Vs.” fue sin duda un paso adelante, un disco arriesgado y de actitud nada complaciente y sin embargo plagado de temas directos a los que te podías enganchar desde las primeras escuchas. Un disco ni conformista ni continuista en lo relativo a las composiciones que dio de lleno en la diana. Mención especial para la voz de Vedder, que suena sobresaliente y cautivadora en todos sus registros, y para el sonido sucio y aguerrido de las guitarras, además del trabajo de las percusiones y de la base rítmica en general. Por mi parte siempre asocié este disco con “In Utero” (aunque Aitor muy acertadamente haga lo propio con “Vitalogy”) tanto por las circunstancias similares en cuanto a las grandes expectativas generadas antes de su publicación, como por su actitud y similar respuesta frente a esas expectativas. Creo que ambos superaron el reto con sobresaliente, aunque si tuviera que quedarme con uno de ellos eligiría “Vs.”. Para mí, sin duda, una contundente P.O.M. de los noventa.
* Por cierto, me acabo de llevar tremendo susto, y espero que todo quede en eso, pues al intentar enlazar la excelente entrada de Aitor sobre "Vitalogy", me ha salido un estúpido e increíble mensaje diciendo que Megamelómanos ya no existe... Espero que sólo sea una broma de mal gusto... ¡Aitor, vuelve ya!